Actualizado 24/03/2014 19:14

Brasil no cobrará a Venezuela por su salida de Abreu e Lima

Lula da Silva y Hugo Chávez
Foto: REUTERS

BRASILIA, 24 Mar. (Notimérica/EP) -

   La compañía estatal brasileña Petrobras ha renunciado a cobrar las sanciones pertinentes a su homóloga venezolana, Petróleos de Venezuela (PDVSA), después de que ésta saliera del proyecto de construcción de la refinería Abreu e Lima en 2013, ya que Caracas no llegó nunca a firmar los acuerdos de asociación.

   El Gobierno de Brasil se reservaba la posibilidad de cobrar una serie de sanciones a Venezuela en el caso de que el acuerdo se desbaratara. Así fue, sin embargo, PDSVA nunca formalizó la asociación de construcción por lo que todo quedó en nada, según documentos oficiales a los que ha tenido acceso el portal brasileño de noticias Estadao.

   Venezuela contaba con las materias primas, pero carecía de la infraestructura necesaria para refinar su petróleo y distribuirlo por Sudamérica. El ex presidente de Brasil, Lula da Silva decidió apoyar la propuesta de Chávez, pese a que nunca recibió garantía alguna de que obtendría el capital invertido y depurar así la deuda que contraería Petrobras al secundar el proyecto, que asciende a 20.000 millones de dólares.

   El proyecto de Abre e Lima data de hace varias décadas, pero solo empezó a tomar forma a partir del año 2000, coincidiendo con el acercamiento de Venezuela al Mercado Común del Sur (Mercosur). En un principio, se pactó que Petrobras sería la socia mayoritaria, con un 60 por ciento, mientras que la petrolera venezolana se encargaría del capital restante.

   Sin embargo, ese principio de acuerdo no llegó nunca a buen puerto, pues desde 2005 Petrobras intentó cobrar la deuda de PDVSA sin ningún éxito, por ello, a partir de octubre del año pasado, Brasil desistió, cuando la inversión destinada a la construcción de la refinería ya era de 18.000 millones de dólares.

   Por su parte, Venezuela nunca ha negado su compromiso, pero ante la imposibilidad de hacer frente a la inversión, Petrobras decidió el año pasado poner fin al intento para que la petrolera venezolana participara en el proyecto.

   La primera vista de la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a Venezuela en 2011 vino con la promesa del Gobierno de Chávez de llegar a por fin a una solución.

   El presidente de PDVSA, Rafael Ramírez, incluso anunció que se había entregado al Ejecutivo brasileño "una maleta de dinero en especies", además de haber negociado una línea de crédito con el Banco de Desarrollo de China, pero que finalmente nunca acabó por materializarse.