Publicado 15/04/2014 14:03

Condenados dos últimos militares por asesinato de la jueza Acioli

BRASILIA, 15 Abr. (Notimérica/EP) -

Un jurado ha condenado a penas de 25 y 11 años de cárcel respectivamente, a los dos últimos oficiales militares que quedaban por sentenciar por su participación en el asesinato de la jueza Patricia Lourival Acioli, ocurrido en 2011.

Uno de los acusados, Sammy Santos Quintanilla, fue condenado a 25 años de prisión en régimen cerrado por triple homicidio calificado y conspiración, mientras que Handerson Lents Henriques da Silva recibió la pena menor de entre los 11 policías acusados por la muerte de la magistrada: cuatro años y seis meses en régimen semiabierto.

Antes de ellos, nueve agentes de policía habían sido condenados por el mismo crimen. Se trata del ex comandante del Batallón de Sao Goncalo. teniente coronel Claudio Luiz de Oliveira Silva. sentenciado a 36 años; el teniente Daniel dos Santos Benitez López, igual pena; Jefferson Araujo Miranda (26 años); Jovanis Falcon (25 años y seis meses); Carlos Tavares Azevedo y Alex Ribeiro Pereira (25 años); Júnior Cezar de Medeiros (22 años y seis meses); Sergio Costa Jr. (21 años); y Adilio y Carlos Maciel dos Santos, condenados a 19 años y seis meses, informa Agencia Brasil.

La jueza Patrícia Lourival Acioli, de 47 años, y madre de tres hijos, fue asesinada a balazos en la madrugada del viernes 12 de agosto de 2011, cuando llegaba a su casa en Niterói (estado de Río de Janeiro, del otro lado de la Bahía de Guanabara), después de dejar su trabajo en el Tribunal Penal de São Gonçalo.

Las investigaciones por el asesinato de la magistrada, que recibió 21 disparos en la puerta de su casa, concluyeron que habría sido un asesinato por encargo hecho a un grupo mafioso de São Gonçalo, en la región metropolitana de Río. La jueza ya había sufrido un atentado en el inicio de su carrera, cuando era defensora pública.

¿Las causas?. Patricia Lourival Acioli era considerada una feroz enemiga de los policías corruptos, y en los últimos diez años de su carrera judicial condenó a más de 60 agentes.

Se la situaba en la línea dura en el juzgamiento de los crímenes cometidos por la policía militar. Su muerte sería así una venganza tramada por un grupo de PMs debido a las convicciones de sus colegas, según urgente24.com.

Desde 1999 estaba al frente de cientos de procesos judiciales en la 4ª Vara Criminal de São Gonçalo, básicamente vinculados a la lucha contra las milícias, los grupos de exterminio y las mafias del transporte alternativo y de combustible (grupos que roban combustible a los buques-tanque).

Era considerada una mujer muy valiente. Así, en una investigación sobre policías militares acusados de un asesinato, ella fue personalmente a la escena a recoger pruebas, acompañando a la gente de Homicidios. Y era habitual que fuese a la casa de las víctimas a buscar declaraciones testimoniales.