Actualizado 20/03/2014 14:26

Condenan a diez policías por la matanza de la prisión de Carandiru

Cárcel brasileña en la ciudad de Sao Paulo (2006).
Foto: REUTERS

BRASILIA, 20 Mar. (Notimérica/EP) -

   Un jurado ha condenado este miércoles a un total de 968 años de cárcel --en conjunto-- a diez policías implicados en la matanza de la prisión de Carandiru, ocurrida en Sao Paulo en el año 1992, y acusados de la muerte de ocho reclusos de la quinta planta del pabellón número 9, tal y como ha informado Agencia Brasil.

   En concreto, nueve de estos policías fueron condenados a 96 años de prisión por asesinato (pena mínima de seis años por cada asesinato cometido más la condena de seis años por falta de protección a las víctimas, para cada uno de los detenidos), en unos hechos que ocurrieron durante una operación policial para terminar con un motín en la prisión.

   Durante el motín y la posterior operación policial murieron 111 presos y la acusación asegura que la mayoría de ellos fallecieron por disparos a quemarropa. El otro acusado, el policía Silvio Sabino, ha sido condenado a 104 años, ya que en su condena se incluían delitos previos que no han sido revelados.

   Debido a la participación de un gran número de acusados y de víctimas, el juicio por la masacre se ha dividido en cuatro etapas, de acuerdo con lo que ocurrió en cada uno de los pisos del pabellón 9 del centro penitenciario.

   Así, en la primera fase, que tuvo lugar en abril del año pasado, 23 agentes fueron condenados a 156 años de prisión cada uno por la muerte de 13 reclusos. En la segunda, en agosto, 25 agentes fueron condenados a 624 años de prisión por la muerte de 52 internos que ocupaban el tercer piso del pabellón 9.

   En la tercera etapa, que se produjo en febrero de 2014, el abogado de los policías, Celso Vendramini, se quejó del papel del juez y abandonó la sala, lo que provocó la cancelación del juicio, que ha sido reprogramado para el próximo 31 marzo.

   La cárcel de Carandiru fue cerrada en 2002 poco después de que los reos del país organizaran un motín simultáneo en 27 cárceles diferentes repartidas por el estado de Sao Paulo, durante las cuales miles de visitantes fueron retenidos como rehenes.