Actualizado 04/05/2014 14:07

La Confederación Brasileña de Fútbol clausura el estadio de Arruda

BRASILIA, 3 May. (EUROPA PRESS) -

   La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) ha ordenado clausurar temporalmente el estadio de Arruda, sede del equipo de fútbol Santa Cruz de Recife, después de que un hincha haya muerto por una agresión de aficionados rivales.

   "Debido a la gravedad de este incidente, la CBF, a trvés de sus directivas Jurídica y de Competiciones, suspende preventivamente, a partir de hoy, el estadio de Arruda hasta que el Tribunal Supremo de Justicia Deportiva (STJD) analice el caso y tome las medidas oportunas", ha dicho en un comunicado.

   El procurador del STJD Paulo Schmitt ha anunciado, por su parte, que en los próximos días presentará una denuncia contra el Santa Cruz de Recife basándose en los artículos 211 y 213 del Código Brasileño de Justicia Deportiva (CBJD).

   El artículo 211 sanciona con la clausura del estadio o con una multa "dejar de mantener el local indicado para la celebración de eventos deportivos con la infraestructura necesaria para garantizar plenamente la seguridad".

   El 213 castiga con la pérdida del campo para diez partidos o con una multa "dejar de tomar las medidas necesarias para prevenir o reprimir los desórdenes".

EL SUCESO

   El suceso se produjo al final del partido de fútbol que disputaron el Santa Cruz de Recife y el Paraná el viernes por la noche, cuando los hincas locales estaban abandonando las instalaciones dirigidos por la Policía Militar.

   Según testigos citados por 'O Globo', en medio del operativo de salida, aficionados del Santa Cruz de Recife lanzaron dos artefactos explosivos contra los del Paraná, que respondieron lanzando un retrete arrancado de uno de los baños de la parte superior del Arruda.

   El retrete golpeó a Paulo Ricardo Gomez da Silva, de 26 años de edad, causándole la muerte instantánea e hirió a otros tres hinchas locales cuya vida no corre peligro, de acuerdo con la Secretaría de Salud, puesto que solo han sufrido cortes y abrasiones.

   Este suceso ha tenido un gran repercusión en la prensa brasileña, ya que se produce a apenas un mes de que arranque el Mundial de Fútbol que Brasil acogerá este año.