Actualizado 17/01/2008 09:43

Brasil.- La deforestación del Amazonas crece en los últimos meses y podría aumentar en 2008 por primera vez en 4 años


WASHINGTON, 17 Ene. (Reuters/EP) -

La deforestación de la selva del Amazonas ha crecido en los últimos meses y es probable que en 2008 aumente por primera vez en cuatro años, según advirtió Carlos Nobre, científico del Instituto Nacional de Investigación Espacial de Brasil.

El aumento plantea interrogantes sobre la afirmación de Brasil de que sus políticas ambientales están protegiendo efectivamente a la mayor selva tropical del mundo, cuya destrucción es una de las principales causas del aumento de las emisiones de carbono que impulsan el calentamiento global.

"Creo que los últimos cuatro meses suponen una gran preocupación para el Gobierno y ahora están enviando personas a hacer que se respete la ley", señaló Nobre durante un seminario en Washington. "Pero les puedo decir que (la deforestación) va a ser mucho mayor que en 2007", agregó.

Nobre, cuya agencia gubernamental supervisa la Amazonía, aseguró que unos 6.000 kilómetros cuadrados de selva han desaparecido en los últimos cuatro meses, cifra que contrasta con la estimación de 9.600 kilómetros cuadrados que desaparecieron en los 12 meses que terminaron el pasado 31 de julio, la cual, según funcionarios brasileños, fue la menor tasa de deforestación desde la década de los setenta.

El Gobierno de Brasil ha afirmado que políticas como más controles sobre la tala ilegal y la mejor certificación de la propiedad de la tierra están reduciendo la deforestación que ha destruido cerca de una quinta parte de la selva --de tamaño mayor que Francia-- desde los setenta.

Pero grupos ecologistas han advertido de que los crecientes precios de las materias primas llevarán posiblemente a un mayor despeje de tierras para crear granjas, como ocurrió en 2004, cuando Brasil registró la mayor tasa de deforestación con más de 27.000 kilómetros cuadrados.

Nobre explicó que no está clara la causa del reciente aumento, pero que los grandes impulsores de la deforestación, como son la tala ilegal y el despeje de tierras para el ganado y las granjas, permanecían intactos pese a las reducciones en la desaparición de la selva.

La destrucción de bosques produce cerca de un 20 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de origen humano, lo que convierte la conservación de la selva del Amazonas en un factor crucial para limitar los incrementos de las temperaturas mundiales.