Actualizado 08/02/2014 20:00

Brasil inicia los trámites para extraditar a Pizzolato

El ex director de Marketing del Banco de Brasil Henrique Pizzolato
Foto: REUTERS

BRASILIA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -

   Las autoridades brasileñas han iniciado los trámites para solicitar a Italia la extradición del ex director de Marketing del Banco do Brasil Henrique Pizzolato con el fin de que cumpla los 12 años de prisión a los que ha sido condenado por el caso 'Mensalao'.

   En las últimas horas, la Procuraduría General de la República (PGR) ha solicitado al Ministerio de Justicia la extradición de Pizzolato, para que, a su vez, se lo comunique a las autoridades italianas, según ha informado este sábado la Agencia Brasil.

   En el caso de que la extradición no fuera posible, debido a la doble nacionalidad del ex banquero, ítalo-brasileña, Brasil pediría que cumpliera la condena en Italia.

   Pizzoleto fue detenido el pasado miércoles por los Carabinieri en la ciudad italiana de Maranello con un pasaporte falso y en compañía de su mujer, en cumplimiento de una orden de la Policía Internacional (Interpol).

   El ex director de Marketing era el único de los 25 condenados por el caso 'Mensalao' que estaba prófugo desde que el Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil ordenara el pasado 13 de noviembre su entrada en prisión.

   Condenado por delitos de corrupción, crimen organizado y blanqueo de capitales, Pizzolato deberá cumplir 12 años y siete meses de prisión, en régimen cerrado, en una cárcel de seguridad media o máxima.

EL 'MENSALAO'

   Con este nombre se conoce al mayor caso de corrupción de Brasil, que consistió en la compra de votos por parte del Partido de los Trabajadores (PT) a congresistas afines para garantizar su apoyo al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en la sede legislativa.

   El también conocido como 'juicio del siglo' consiguió sentar en el banquillo a 38 personas, entre ex ministros, ex congresitas, banqueros y empresarios, por corrupción, blanqueo de capitales, evasión de divisas y organización criminal.

   Lula, que nunca llegó a ser imputado, negó en todo momento que conociera la existencia de esta red de compra de votos, a pesar de lo cual pidió perdón, consiguiendo la reelección en los comicios presidenciales de 2006.