SAO PAULO, 8 Jun. (Notimérica/EP) -
Un grupo de científicos y economistas norteamericanos realizó un estudio para explicar las acción medioambientales que Brasil inició hace una década. Unas normativas que han colocado al país a la cabeza entre los países mas cuidadosos con las emisiones de CO2 y la deforestación.
El estudio calculó que las emisiones de CO2 disminuyeron en un 70 por ciento desde 2004, en parte por la labor de agricultores y ganaderos de Brasil quienes han reservado más de 86.000 kilómetros cuadrados de bosques tropicales libres de deforestación.
Estos exitosos resultados responden a una importante política pública medioambiental impulsada por los gobiernos brasileños, asimismo el estudio publicado en 'Science' señala el rechazo a la deforestación por parte de los agricultores, y el aumento de las áreas protegida con un recorte drástico en la tala de árboles.
El director del Instituto de Innovación de la Tierra, y autor principal de la investigación, Daniel Nepstad, declaró que estas políticas ponen a Brasil "a la cabeza en la mitigación del cambio climático".
EL AMAZONAS, LA OTRA CARA DE LA MONEDA
Como contrapunto, el estudio apunta a que estos triunfos pueden ser de corta duración si no existen incentivos más contundentes para los agricultores del Amazonas.
En este sentido, el propio Nepstad aseguraba que "los agricultores se sienten frustrados porque han cumplido su parte: no han aumentado la producción de alimentos al renunciar a talar los bosques. Muchos creyeron que esto les traería beneficios tangibles, como mejores precios por sus productos o pagos compensatorios de los beneficios de su decisión de renunciar a la deforestación. Pero no han llegado".
Además de la falta de incentivos, los enormes obstáculos burocráticos a los que hacen frente los agricultores es otro de los peligros detrás de esta dinámica medioambiental en el país brasileño. Según Nepstad, "es muy difícil cumplir la ley si se es agricultor en el Amazonas y aún más complicado es entender la compleja serie de diálogos y programas diseñados para reducir la deforestación".
Por último, el estudio concluye apreciando la importancia de la voluntad política de los dirigentes brasileños, ya que según el análisis "la duración de estos resultados depende de la voluntad constante de los líderes políticos y los perfiles de riesgo de las empresas nacionales e internacionales". Una normativa que debe ser promovida y defendida, recuerdan los expertos. En 2013 la tala de bosques aumentó en un 28 por ciento y se espera que se incremente de nuevo este año.