SAO PAULO, 24 Jun. (Reuters/EP) -
El presidente de Brasil, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, calificó hoy de xenófobas la medidas restrictivas adoptadas por los países desarrollados en materia de política migratoria, como la recién aprobada directiva de retorno de la Unión Europea, y afirmó que se trata de naciones que tienen miedo a perder su 'status quo' por el avance de las potencias emergentes.
El mandatario hizo las afirmaciones en un foro empresarial en Sao Paulo seis días después de que la Unión Europea aprobara la nueva directiva de retorno de inmigrantes ilegales que se hará efectiva a mediados de 2010.
'Lula' dijo que el gran problema que tiene el mundo desarrollado es el prejuicio "contra la inmigración" y consideró que en Europa es "extremadamente serio".
El mandatario brasileño añadió que los países ricos tienen miedo a perder su 'status quo', el empleo, y de que alguien ocupe su espacio.
Sin embargo, consideró que la solución "no es prohibir a los pobres ir a Europa, es ayudar a desarrollar a los países pobres".
Lula recordó que hace 60 años se suscribió la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece en su artículo 13 el derecho de todo ser humano a circular libremente y escoger su residencia en un Estado.
Pero el presidente expresó su "perplejidad" de que seis décadas después, "fronteras marcadas por preconcepto y discriminación vuelvan a circundar países y a separar continentes".
"El viento de la xenofobia sopla otra vez su falsa respuesta a los desafíos de la economía y de la sociedad. Hoy, como ayer, el desempleo, el hambre y la inestabilidad financiera reclaman mayor coordinación entre las naciones y mayor solidaridad entre los pueblos", acotó.
"Contra los tambores del miedo y de la intolerancia es necesario convocar al siglo XXI a defender el artículo 13 de la Declaración de 1948", dijo Lula.
El presidente afirmó que la trayectoria de Brasil se distingue positivamente en el escenario internacional y destacó los programas sociales de su Gobierno, y los esfuerzos del Estado y la sociedad civil en la defensa de las conquistas humanistas.
Asimismo, el mandatario destacó que cuando viaja al exterior, Brasil comenzó a ser acusado de presuntas condiciones de trabajo esclavo, sobre todo en los sectores de corte de caña de azúcar, que también se utiliza para la producción de etanol. En ese sentido, Lula concluyó que ese trabajo no es más penoso que el de las "minas de carbón que desarrollaron al mundo desarrollado en el siglo pasado".