Foto: GETTY
BRASILIA, 1 May. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva ha arremetido este jueves contra "la élite brasileña", los jóvenes y la prensa por las críticas y protestas contra el Mundial de Fútbol que se celebrará en el gigante suramericano a partir del próximo 12 de junio.
Desde el Teatro Municipal de Santo André, Lula ha considerado que el origen de las críticas de "la élite brasileña" es "un concepto arraigado que no cambia". "No les gustamos por eso, no por lo que hagamos mal o por lo que hagamos bien", ha dicho, según ha informado 'O Globo'.
Además, ha restado importancia a las manifestaciones antigubernamentales por el excesivo gasto público que supone la organización del Mundial de Fútbol este año y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro, en detrimento de los servicios públicos.
"La juventud muchas veces se declara en rebeldía sin saber por qué", ha considerado, indicando que necesitan enterarse del debate político. "Tenemos que explicarles lo que pasa. ¿Acaso saben lo que han luchado sus padres para llegar a lo que tienen hoy?, ha cuestionado.
Lula también se ha dirigido contra los medios de comunicación por, según ha argumentado, transmitir una imagen negativa de Brasil a apenas un mes de que arranque la Copa del Mundo, señalando que le gustaría que la prensa, hablase bien o mal del Gobierno, "dijera la verdad".
Interrogado sobre si teme las protestas sociales de cara a estos dos importantes eventos deportivos, Lula lo ha negado tajantemente. "¿Se imagina que, a estas alturas del partido, con 68 años de edad, de los cuales he pasado 38 manifestándome, voy a tener miedo de eso?", ha preguntado.
En la misma línea se ha expresado sobre la presidenta brasileña, Dilma Rousseff. "Con 20 años ya estaba presa y fue torturada, precisamente, por protestar ¿Cree que ahora va a tener miedo de eso?", ha planteado.
En este contexto, Lula ha defendido la organización del Mundial de Fútbol y de los juegos Olímpicos, más allá de los beneficios económicos que supongan. "Será un momento de encuentro de civilizaciones en el que Brasil debe mostrar su cara", ha sostenido.