Actualizado 06/08/2014 19:22

Brasil y Madagascar, unidos por la percusión de las jóvenes del grupo Malagasy

Bloco Malagasy
Foto: BLOG BLOCO MALAGASY

RÍO DE JANEIRO, 6 Ago. (Notimérica/EP) -  

   Brasil y Madagascar están durante estos días un poco más cerca gracias al ritmo de la percusión de las jóvenes del 'bloco' (grupo de percusión) Malagasy, protagonistas de un ambicioso proyecto de inclusión social que ahora viaja por Brasil para reencontrarse con sus raíces musicales.

   El 'bloco' Malagasy es un grupo de batucada de estilo 'samba reggae', originado en Salvador de Bahía e inspirado por la cultura africana que trajeron los esclavos. Malagasy es también una de las señas de identidad de la ONG Bel Avenir, que con este grupo de música ofrece alternativas de vida a más de 70 niñas de entre 14 y 22 años de los barrios más desfavorecidos de Toliara, en el sudoeste de Madagascar.

   El proyecto de crear un 'bloco' en la mayor isla de África surgió para combatir el embarazo precoz entre las comunidades más pobres. En Madagascar, una de cada cuatro niñas de entre 14 y 15 años se queda embarazada por falta de educación. Muchas caen en redes de prostitución y la gran mayoría abandonan la escuela de forma prematura.

   Para enfrentar la situación la ONG Bel Avenir decidió apostar por la música, uno de los ejes vertebradores de África. Se optó por un 'bloco' de música afrobrasileña, en un curioso viaje de ida y vuelta. Los africanos llevaron a Brasil el ritmo de los tambores, pero la batucada como tal no existía en Madagascar. Ahora, las niñas del 'bloco' Malagasy han mezclado los ritmos tradicionales brasileños con ritmos del sur de Madagascar, como el tsapiky y el kilalake.

   "De alguna manera importamos el 'bloco' de Brasil y ha sido un éxito. Cuando salen de la escuela las niñas vienen a tocar y no están por la calle, a oscuras y con riesgo de quedarse embarazadas. Además, es una escuela de valores, porque les ayuda en la autoestima, a tener una responsabilidad y ven que hay muchas opciones. La vida no se acaba teniendo un bebé a los 17 años", explicaba en declaraciones a Notimérica/EP el director de la ONG Bel Avenir, José Luis Guirao.

   En su gira por Brasil, una decena de las integrantes del grupo ha pasado por Recife, Río de Janeiro y Salvador de Bahía, donde estuvieron del 30 de julio al 3 de agosto. Durante su estancia han compartido experiencias con otros grupos artísticos o espacios culturales, como el Centro Coreográfico de Río, el Proyecto Axé, la escuela de Olodum, la banda femenina Ilú Obá y los grupos Nova Saga, Kizumba y Purificae.

INTERCAMBIO CULTURAL EN LOS QUILOMBOS

   El intercambio no es sólo musical, pues durante su estancia el grupo se aloja en comunidades quilombolas, descendientes de esclavos negros que luchan por el reconocimiento de la posesión de las tierras y la preservación de su cultura.

   En Río de Janeiro el 'bloco' fue acogido por el quilombo de São João de Meriti, una experiencia "muy positiva" a través de la cual las jóvenes artistas aprendieron sobre la relevancia de la población negra en Brasil, según Guirao.

   Y es que uno de los principales objetivos de las giras exteriores del 'bloco' Malagasy -ya han tocado en España, Camboya y Tailandia- es que las jóvenes, que en la mayoría de casos no ha salido nunca de su isla, puedan aportar una visión diferente de lo que ocurre fuera de sus fronteras. "Para ellas 'Andafi' -así es como denominan al mundo exterior- es 'El Dorado', a veces tienen una idea errónea, y viajar ayuda a que vean que no todo es como lo pintan", resume el director de la ONG.

   Cuando vuelvan a Toliara, las jóvenes regresarán a los ensayos junto a otras 500 compañeras que aprenden a tocar en el Centro de Arte y Música de Bel Avenir. Además de las clases de percusión hay cursos de capoeira, gospel e instrumentos de viento. La vertiente musical es uno de los pilares del trabajo de esta ONG en Madagascar, que cuenta con 126 trabajadores y beneficia a más de 30.000 niños del sur del país.