BRASILIA, 23 May. (Reuters/EP) -
Los países de Sudamérica constituyeron hoy en Brasil un nuevo organismo con el fin de impulsar su unión política y económica, en un momento en que están sobre la mesa varios conflictos diplomáticos entre países vecinos, lo que pone en duda el intento de integración.
En una cumbre en Brasilia, jefes de Estado y líderes de los 12 países del subcontinente firmaron el Tratado Constitutivo de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), que se sumará a la larga lista de organizaciones que buscan integrar a la dividida región, como el bloque aduanero del Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Comunidad Andina de Naciones (CAN).
El nacimiento de la institución se produce en momentos de reiterados choques diplomáticos entre Colombia y sus vecinos Venezuela y Ecuador, por las acusaciones de Bogotá de que Quito y Caracas apoyan a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
"América del Sur es, hoy, una región de paz, donde florece la democracia", dijo hoy el presidente de Brasil, Luiz Inácio 'Lula' da Silva, quien destacó que todos los mandatarios del subcontinente "fueron electos en pleitos democráticos".
"La 'inestabilidad' que algunos pretenden ver en nuestro continente es señal de vida, especialmente vida política", añadió en una aparente referencia a esos conflictos.
La UNASUR tendrá, como órganos deliberativos, un consejo de Jefes de Estado y de Gobierno, un consejo de Ministros de Relaciones Exteriores y un consejo de Delegados.
También contará con una Secretaría General, con sede en Quito, y se prevé el establecimiento de un parlamento sudamericano, que se instalaría en la ciudad boliviana de Cochabamba.
Pero, en otros hechos que empañaron el nacimiento de UNASUR, Colombia rehusó asumir la primera presidencia pro témpore debido a sus problemas internos. La Presidencia la asumió Chile.
Asimismo, el ex presidente ecuatoriano Rodrigo Borja también declinó asumir la secretaría general, por considerar poco eficaz la iniciativa al carecer de funciones ejecutivas y ser más un foro de debate.
Antes de la reunión, Lula desayunó con los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez; de Ecuador, Rafael Correa; y de Bolivia, Evo Morales, centro de algunas de las controversias. "Somos gobiernos de izquierda. Todos nos parecemos mucho", dijo Chávez tras el encuentro, sin comentar el contenido.
Lula ha tratado de limar asperezas en los conflictos de la región y la han dividido entre los países cercanos a Estados Unidos, como Colombia y Perú, y sus detractores, como Venezuela, Ecuador y Bolivia.
El último incidente se produjo el pasado fin de semana, cuando Chávez denunció que tropas colombianas habían ingresado a territorio venezolano, lo que fue negado inicialmente por Colombia, que lanzó una investigación.
El pasado 1 de marzo, un ataque colombiano contra miembros de las FARC en territorio ecuatoriano provocó un tenso conflicto en la región andina.
"RELACIONES LAMENTABLES"
Pero, Lula dijo que los gobernantes sudamericanos "saben que los contenciosos actuales --incluso que revestidos de dramatismo-- son pasajeros. No deben se sobreponer al proyecto de integración".
Sin embargo, poco después, Correa afirmó a la prensa que "son lamentables las relaciones (de su país) con el Gobierno de Colombia. Están en una situación muy deplorable, en un punto muerto".