Actualizado 18/07/2014 11:53

Al menos 53 indígenas fueron asesinados en Brasil

Un indígena brasileño de la tribu Tatuyo
Foto: ANDRES STAPFF / REUTERS

BRASILIA, 17 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Al menos 53 indígenas fueron asesinados en 2013 en Brasil consecuencia de diferentes luchas por el control de terrenos, 33 de ellos en Mato Grosso del Sur, según ha informado el Consejo Indigenista Misionero, vinculado a la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil, en su informe sobre la violencia contra estas comunidades.

   La cifra de asesinados ha bajado respecto a 2012 cuando el consejo contabilizó 60 muertos aunque, como avisa la propia organización, desde hace algunos años estos datos son aproximados pues solo se contabilizan las muertes denunciadas o hechos públicos de alguna forma, según ha informado la Agencia Brasil.

   En lo que se refiere a violencia contra la persona el consejo indígena ha contabilizado trece homicidios involuntarios, 328 intentos de asesinato y 14 agresiones sexuales.

   Además, el informe ha avisado de que unos 8.000 de los casi 900.000 indígenas censados han sufrido algún tipo de violencia por la no actuación de los cuerpos de seguridad del Estado. El consejo apunta entre estos casos los causados por "la falta de asistencia escolar, la salud o las políticas públicas que eviten la propagación de alcohol y otras drogas dentro de la comunidad".

   Según la organización, los indígenas siguen siendo víctimas del racismo y los prejuicios. Además, los niños de esas comunidades continúan muriendo de enfermedades como la neumonía, la diarrea y la gastroenteritis, insuficiencia respiratoria, infecciones bacterianas, entre otros males, apunta el consejo.

CRÍTICAS AL PODER PÚBLICO

   El presidente de Consejo Indigenista Misionero y obispo de Xingú, Erwin Kräutler ha criticado al Gobierno por actuar con indiferencia ante la "trágica vida que viven los pueblos indígenas".

   Kräutler ha asegurado que el Gobierno federal debe ser culpado por la política que esta llevando a cabo con los pueblos indígenas y ha señalado que, según dice la Constitución Federal, el Estado brasileño debe identificar, marcar y eliminar a los no indígenas de todos los territorios que eran tradicionalmente indigenas hasta 1993.

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