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BRASILIA, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Policía de Sao Paulo obtendrá un sobresueldo de 2.000 reales (unos 850 dólares) si reduce las muertes violentas un siete por ciento en este estado brasileño. Para cumplir con el objetivo marcado cuentan con tres meses, momento en el que se establecerá la siguiente meta a conseguir, con su correspondiente recompensa.
Estos objetivos, marcados por el Departamento de Seguridad Pública, se establecerán trimestralmente sobre la base de la comparación con el mismo período del año pasado, en torno a tres grupos de delitos: las víctimas de muertes violentas, el número de robos en general y el número de hurtos y robos de vehículos de motor.
En este primer trimestre, el objetivo es reducir las muertes violentas en un 7 por ciento en todo el estado, además de contener la cantidad de robos y hurtos de vehículos --es decir, mantenerlos en el mismo nivel que a principios de 2013--, tal y como ha avanzado el gobernador Geraldo Alckmin.
"El sistema fomenta el trabajo en equipo y, al contar con unas metas previamente definidas, da objetividad al trabajo", ha sentenciado Alckmin, en un acto que ha tenido lugar este lunes en la sede del Gobierno local.
En concreto, como marca este primer reto, la Policía de Sao Paulo deberá evitar que se produzcan más de 1.277 muertes violentas en el estado, 57.384 robos en general y 50.710 robos y hurtos de vehículos. Unos objetivos que son "alcanzables", según ha asegurado el secretario de Seguridad Pública, Fernando Grella Vieira.
Brasil lleva varios meses marcados por las masivas movilizaciones populares, como las que se registraron el pasado mes de junio, cuando los manifestantes reclamaron a la presidenta, Dilma Rousseff, que no destinara tantos fondos al Mundial de Fútbol de 2014 y a los Juegos Olímpicos de 2016 e invirtiera más en educación, sanidad y transportes públicos.