Actualizado 12/10/2007 02:42

Brasil.- El presidente del Senado pide una licencia para ausentarse de su cargo debido a las denuncias de corrupción

BRASILIA, 12 Oct. (EP/AP) -

Acosado por meses de denuncias de corrupción y ya sin apoyo político, el presidente del Senado de Brasil, Renan Calheiros, anunció hoy que ha pedido una licencia para ausentarse del cargo durante, en principio, 45 días.

"El poder es transitorio, mientras que la honra es permanente. Seré firme en mi defensa", dijo Calheiros al anunciar su decisión en un breve mensaje transmitido por la emisora estatal TV Senado. El presidente de la Cámara Alta brasileña, un veterano político de 52 años, agregó que su "trinchera" ha sido la verdad y que luchará hasta el fin para defenderla.

La presidencia quedará ahora interinamente en manos del senador Tiao Viana, vicepresidente del Senado y miembro del Partido de los Trabajadores (PT), del presidente Luiz Inacio Lula da Silva. Las normas internas del Congreso permiten esas licencias en caso de enfermedad, y estudios, entre otros.

Calheiros, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), integrante de la coalición de 11 grupos que lideran el Gobierno de Lula, luchaba por mantenerse en el cargo desde mayo pasado, cuando varios artículos periodísticos le acusaron de haber recibido en 2004 y 2005 sobornos mensuales por valor de unos 8.000 dólares (unos 5,632 euros) de una empresa privada, a cambio de interceder por ella en licitaciones de obras públicas.

El senador, hasta entonces uno de los más estrechos colaboradores de Lula en el Congreso, negó dichas acusaciones, pero no dejaron de aparecer en la prensa nuevas denuncias, llevando a la oposición, y esta semana al oficialismo, a pedir en bloque que Calheiros se apartara, al menos temporalmente, del cargo, para permitir las investigaciones de las denuncias y a la vez superar la crisis desatada en la Cámara Alta.

Calheiros indicó que se apartaba para "preservar" la imagen de la Cámara Alta, en la cual el senador no contaba ya con defensores que salieran públicamente a rebatir las acusaciones, como semanas atrás. El senador pareció perder todo su apoyo cuando se publicaron durante el fin de semana nuevos artículos, en lo que se indicaba que supuestamente mandó a algunos de sus colaboradores del Congreso a espiar a sus colegas congresistas, con el fin de encontrar alguna posible corrupción y entonces chantajearles por apoyo a su permanencia en el cargo.

Calheiros volvió a negar las denuncias, que surgieron cuando el objetivo principal del gobierno Lula es lograr que el Senado apruebe la extensión del cobro de un impuesto. Los opositores advirtieron esta semana que votarían contra esa tasa si Calheiros permanecía en el cargo.