BRASILIA, 29 Jul. (Reuters/EP) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha rechazado este lunes haber cometido errores en la gestión de la economía del país y ha criticado el clima de pesimismo, aunque ha admitido que el Gobierno realizó una evaluación equivocada sobre el impacto de la crisis financiera internacional en la nación.
"El mismo pesimismo que hubo con la Copa (del Mundo) lo estamos viendo con la economía", ha dicho Rousseff durante un evento, en el que ha sostenido además que la economía se basa en expectativas, por lo que el caso se torna "mucho más grave".
Los cuatro años de gobierno de Rousseff se han visto marcados por el bajo crecimiento económico y una inflación en el techo del rango meta, que es de 4,5 por ciento con un margen de dos puntos porcentuales hacia arriba o hacia abajo.
"Minimizamos los efectos de la crisis sobre la economía brasileña", ha asegurado la presidenta, quien ha insistido en que la economía "no está descontrolada".
La mandataria ha reiterado que su Gobierno intentó generar condiciones para que el crecimiento industrial no se viera perjudicado. "Pusimos todo nuestro empeño en la industria. El crecimiento industrial es una condición para el desarrollo del país, no podemos ser un país solamente agrícola", ha destacado.
Al ser consultada sobre si mantendría a Guido Mantega al frente del Ministerio de Hacienda y a Alexandre Tombini como presidente del Banco Central en un eventual segundo mandato, ha señalado que "no es momento de hablar sobre ministerios".