BRASILIA, 7 Jun. (Reuters/EP) -
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, ha perdido terreno entre los votantes brasileños por las preocupaciones que existen en torno a la vacilante economía antes de las elecciones del 5 de octubre, que probablemente se decidirán en una reñida segunda vuelta, según un sondeo publicado este viernes.
Casi un tercio de los votantes brasileños aún no respaldan a ninguno de los candidatos, una señal del descontento generalizado con la clase política brasileña, según pone de manifiesto una encuesta realizada esta semana por Datafolha.
Rousseff sigue siendo la favorita para obtener la reelección, pero el respaldo para la mandataria de izquierda ha caído a un 34 por ciento desde un 37 por ciento registrado en un sondeo del mes anterior.
En cualquier caso, sus principales rivales no han avanzado contra ella. La intención de voto para Aécio Neves, del centrista Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), bajó un punto porcentual, a un 19 por ciento, mientras que el respaldo al candidato del Partido Socialista Brasileño, Eduardo Campos, cayó a un 7 por ciento desde un 11 por ciento en mayo.
Si Rousseff no obtiene el 50 por ciento más uno de los votos válidamente emitidos el 5 de octubre, las elecciones se decidirán en un balotaje (segunda vuelta) que podría producir sorpresas. Su ventaja sobre Neves en una eventual segunda vuelta se ha reducido a 8 puntos porcentuales --desde los 11 puntos de la encuesta de mayo--.
El pesimismo sobre la economía y el empeoramiento de las expectativas respecto a la inflación y al empleo han afectado al índice de aprobación del Gobierno de Rousseff, de acuerdo con el sondeo. Así, sus cifras negativas han aumentado y un 35 por ciento de los votantes afirman que nunca votarían por Rousseff.
Las manifestaciones previstas contra el Mundial de fútbol, que comienza la próxima semana en Brasil, podrían afectar aún más a la popularidad de Rousseff y complicar su candidatura a la reelección.
Por primera vez, el número de brasileños que temen que la situación económica empeorará --un 36 por ciento frente a un 28 por ciento en mayo-- supera el de aquellos que creen que seguirá igual --32 por ciento frente a un 41 por ciento hace un mes--.
Los altos precios son la principal preocupación. De hecho, un 64 por ciento de los encuestados cree que la inflación empeorará, por encima del 58 por ciento que opinaba esto mismo en el sondeo de mayo. También se están deteriorando las expectativas para el desempleo.
Por otra parte, la encuesta muestra que el número de votantes indecisos ha subido a un 13 por ciento desde un 8 por ciento de hace un mes, y que un 17 por ciento de los entrevistados dicen que no votarán por ninguno de los candidato y emitirán un voto inválido.
Datafolha entrevistó a 4.337 personas entre el 3 de junio y el 5 de junio. El sondeo tiene un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales.