Publicado 13/05/2014 12:53

Brasil sigue siendo esclavo del prejuicio aunque hace 126 años abolió la esclavitud

Figura ddel esclavo Zumbi al fondo
REUTERS

SAO PAULO, 13 May. (NOTIMÉRICA/EP) -

Hace apenas 126 años, en un día como hoy, la princesa Isabel firmaba la Ley Aurea, una ley que daba la tan soñada libertad a los negros esclavos de Brasil. Lo que en su momento pareció la liberación de una raza marcada por el color de su piel, resultó ser un acto simbólico de libertad.

Antes de que se firmara la Ley Aurea, los primeros abolicionistas brasileños crearon la Ley del 'Vientre Libre', promulgada el 28 de septiembre de 1871, por el Vizconde de Rio Branco. Tal ley, daba la libertad a los hijos de los esclavos nacidos a partir de la fecha, aunque los pequeños estuviesen tutelados por sus dueños hasta cumplir los 21 años.

Años después, otros dos abolicionistas, Joaquim Nabuco y José Patrocínio crean la Sociedad Brasileña contra la Esclavitud con el fin de realizar una campaña para presionar la opinión pública en la que participarían abogados, periodistas, la Iglesia Positivista de Brasil, intelectuales, además del abogado y ex esclavo Luis Gama.

Cinco años después, en 1885, se crea la 'Ley Sexagenarios' que daba la libertad a los esclavos con más de 60 años, pero fue solamente en un 13 de mayo de 1888 que el Gobierno Imperial declaró la abolición de la esclavitud de las manos de la Princesa Isabel.

A los ojos de la ley todos eran igualmente libres, pero la ley no había contemplado la marginalidad a la que esta gente estaría expuesta. De no tener libertad, pasaron a no tener derechos, siendo así relegados a la esclavitud social.

Los años enseñaron que los negros eran tan humanos como los demás, enseñó que tenían derechos al voto, a una vivienda digna, a un trabajo con remuneración y, actualmente, la lucha sigue y alguna que otra vez el Gobierno brasileño busca soluciones para recuperar y dar los derechos que les fueron robados desde hace mucho.

Brasil, tan enorme y tan diverso, aún es el palco de los diferentes tipos de esclavitud presente en las industrias y en el campo. Las noticias en los periódicos brasileños lo revelan.

Por otro lado, la violencia del racismo está en la calle cuando los negros son marginados y fácilmente relacionados con el crimen, o estigmatizados y ofendidos en particular o en público como el reciente caso del jugador de fútbol Daniel Alves, a quién le fue tirado un plátano durante un partido.

Habrá que ver si este país tan joven y lleno de diversidad sabrá dar continuidad a una lucha que se empezó hace más de un siglo. Más que las políticas públicas, el racismo y el prejuicio se cura con educación, hay que ver si el gigante sudamericano sabrá ganar la batalla de una educación digna y plural, cuando este es uno de los países con menor índice de escolaridad, según dados divulgados por la ONU en 2013.