Publicado 31/01/2014 21:51

Calor récord en Brasil presiona cultivos, precios de energía y al Gobierno

Por Caroline Stauffer y Anna Flavia Rochas

SAO PAULO, 31 ene, 31 Ene. (Reuters/EP) -

- Incluso para los parámetros brasileños, hace calor.

Ha sido el enero más caluroso registrado en partes de Brasil, entre ellas en su ciudad más grande, Sao Paulo.

El calor, además de una severa sequía, ha disparado temores de escasez de agua, daños a los cultivos y elevados costos del suministro eléctrico que podrían afectar a la economía durante un año electoral.

Las sofocantes condiciones no constituyen una crisis todavía, dicen funcionarios. El clima ha sido mayormente normal en otras regiones, incluido el cinturón de soja de Brasil, donde aún se espera una cosecha récord.

Las lluvias de verano podrían regresar en febrero y marzo para volver a llenar las reservas, como sucedió el año pasado.

Aún así, los riesgos son considerables porque la economía brasileña es muy frágil actualmente. Cualquier interrupción en el suministro de alimento o costos energéticos complicarían la capacidad del Gobierno de cumplir con su meta central de una inflación del 4,5 por ciento para el 2014.

Además, los cultivos de naranjas y café ya están mostrando señales de estrés, dicen agricultores.

La temperatura promedio en enero en Sao Paulo hasta el jueves fue de 31,8 grados Celsius, 0,9 grados más caluroso que el récord del mismo mes del año previo.

Un sistema de alta presión ha bloqueado las usuales lluvias tropicales vespertinas durante el que es con normalidad el mes con más precipitaciones del año. La principal reserva de agua de São Paulo está ahora a menos de un cuarto de su capacidad, un mínimo en 10 años.

Los meteorólogos no tienen muchas esperanzas de un cambio en el clima en el corto plazo.

"Este es el enero más caluroso y más seco que hemos tenido y no hay muchas esperanzas de que este calor termine en las dos semanas próximas", dijo Celso Oliveira, del servicio meteorológico Somar.

Quienes poseen aire acondicionado llevaron el consumo nacional de energía a máximos históricos esta semana. La fuerte demanda, que es cubierta en parte a través de la utilización de energía termoeléctrica, significa que los precios de la electricidad podrían duplicarse en los próximos días a niveles por encima de 800 reales (326,50 dólares) por kilovatio-hora, dijeron el jueves a Reuters tres fuentes de la industria.

Los precios podrían verse reflejados en las tarifas para clientes y fábricas, una amenaza al crecimiento económico que ya se espera sea de apenas un 2 por ciento este año.

MUERTES MASIVAS DE GANADO

Otras regiones de Brasil también están sufriendo por el clima extremo. El empobrecido y más deshabitado noreste enfrenta la peor sequía en al menos 50 años, según Funceme, la agencia meteorológica estatal del estado de Ceará. Cientos de miles de cabezas de ganado han muerto por las condiciones de sequía, dicen funcionarios locales.

"Nunca vi una sequía como esta. Todo se ha secado", dijo Ulisses de Souza Ferraz, un agricultor de 85 años en el estado de Pernambuco que comentó que perdió 50 vacas.

Pero hay buenas noticias. Por ahora no parecen probables los cortes eléctricos, ni el racionamiento, que afectó una gran parte del Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil en el 2001.

Un mensaje en la página de Facebook de la presidenta Dilma Rousseff el viernes decía que debido a las inversiones federales en suministro eléctrico en la década pasada, el riesgo de escasez había "desaparecido".

La escasez de agua parece ser un mayor riesgo.

La principal compañía del sector en Sao Paulo, un área metropolitana con unos 20 millones de personas, ya está pidiendo a los clientes en anuncios por televisión y radio que limiten el uso del agua. Informes de cortes de agua en áreas más pobres también han aparecido en medios locales.

Los agricultores en el principal exportador de soja, café, jugo de naranja, azúcar y carne del mundo también están preocupados, aunque dicen que es muy pronto para hablar de pérdidas graves.

Rousseff se presentará a la reelección en octubre, al igual que el gobernador de São Paulo Governor, Geraldo Alckmin, del partido opositor PSDB.

"Necesitamos supervisar todo de cerca, teniendo en cuenta cuán desafortunado es este Gobierno", dijo Andre Perfeito, economista en jefe de Gradual Investimentos en São Paulo.