Publicado 04/02/2014 23:11

Fitch Ratings aumenta presión sobre Brasil para que recorte gastos


RIO DE JANEIRO, 4 feb, 4 Feb. (Reuters/EP) -

- La agencia Fitch Ratings incrementó el martes la presión sobre el Gobierno brasileño para que recorte los gastos a fin de mantener su calificación de crédito soberano, en un año en el que el país sudamericano se prepara para celebrar elecciones presidenciales.

Otras agencias de calificación crediticia, como Moody's y Standard & Poor's, ya han advertido que podrían alterar la perspectiva de nota para Brasil o incluso rebajarla en los próximos meses si el Gobierno no actúa. Las tres agencias califican a Brasil en el segundo grado más bajo de inversión.

Fitch dijo que el desempeño fiscal del país se había deteriorado más en el 2013 pues el Gobierno aceleró su gasto y los ingresos se vieron afectados por una actividad económica más lenta y exenciones tributarias.

El superávit primario del sector público de Brasil equivalente al excedente de ingresos registrado antes del pago de deudas, declinó a 1,9 por ciento del Producto Interno Bruto en 2013, quedando por debajo de la meta oficial ajustada de 2,3 por ciento del PIB.

Hasta hace poco, Brasil contaba con superavits de más del 3 por ciento del PIB.

Si no se hubiera producido un aumento de los ingresos extraordinarios provenientes de acuerdos fiscales corporativos y bonos por licitaciones de campos petroleros a fines del año pasado, el superávit primario del país habría sido mucho menor.

"Creemos que la alta dependencia de ingresos no recurrentes destaca la necesidad de que el Gobierno controle sus gastos", dijo en un comunicado Shelly Shetty, analista de Fitch.

"Esto es especialmente importante en el contexto de un crecimiento económico moderado, que posiblemente limitará una recuperación robusta de los ingresos fiscales", sostuvo, y agregó que una política fiscal más ajustada "mejoraría la credibilidad" de las medidas brasileñas y respaldaría la nota de "BBB" de la deuda soberana del país.

La oficina de prensa del Ministerio de Finanzas de Brasil dijo que no comentaría el reporte de Fitch.

En los últimos tiempos la presidenta Dilma Rousseff ha intentado controlar el gasto incluso durante un año electoral en el que sus aliados exigen inversiones del Gobierno en sus distritos.

Rousseff, que buscará un segundo mandato en octubre, ha dicho que el Gobierno anunciará un congelamiento presupuestario que debería mantener el ratio de deuda del país respecto al PIB en una tendencia declinante.

Fitch tiene actualmente una perspectiva estable para la nota de Brasil pero sugirió que podría revisar su posición mientras estudia si la política fiscal del país "es compatible con una estabilización y eventual descenso de la carga de deuda gubernamental".

La agencia rival Standard & Poor's revisó en junio la perspectiva de calificación de Brasil a negativa, explicando que había una posibilidad en tres de que el país sufriera una rebaja en los dos años siguientes.

Moody's Investors Service, que en septiembre retiró la perspectiva positiva que tenía para nota de Brasil, dijo que podría otorgarle una perspectiva negativa este año si el crecimiento económico decepciona mientras el gasto del Gobierno se mantiene alto.