Lula Da Silva
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RÍO DE JANEIRO, 27 Oct. (Notimérica/EP) -

   El líder del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) Aécio Neves ha sido el candidato que ha estado más cerca de derrotar al Partido de los Trabajadores (PT) en los últimos años, lo que le da puntos para volver a ser candidato en las elecciones de 2008. Por su parte, el PT confía en el regreso del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, ya que la actual presidenta, Dilma Rousseff, completará ocho años seguidos y no podrá volver a presentarse.

   El panorama que queda tras las elecciones más ajustadas de la historia de Brasil beneficia el liderazgo de Neves en el seno de su partido, pues el PSDB no conseguía tan buenos resultados desde los tiempos del expresidente Fernando Henrique Cardoso.

   Sin embargo, varios analistas apuntan dos obstáculos para que Neves repita en 2018. Uno es el estado de Minas Gerais, del que fue gobernador. Es el segundo estado más poblado, pero en estas elecciones sus electores le han dado la espalda y han desaprobado su gestión, optando por el PT.

   El otro reto al que tendrá que hacer frente Neves es la popularidad del gobernador de São Paulo, Geraldo Alckim, que fue reelegido cómodamente en el primer turno. En todo caso, Alckim se enfrenta ahora a una grave crisis hídrica que podría dejar sin agua a cientos de miles de personas en las próximas semanas, lo podría suponerle un desgaste importante. Además, todavía pervive el recuerdo de 2006, cuando ya fue candidato y perdió ante Lula por un 60%-40%.

EL REGRESO DE LULA

   Desde el PT consideran que si en esta ocasión ganar ya ha sido complicado lo será más todavía dentro de cuatro años, cuando el partido ya lleve 16 años gobernando. Por ello, desde la cúpula del partido no se esconden las ganas de que vuelva a presentarse Lula, aunque el expresidente ha dicho en varias ocasiones que, si de él dependiera, no se presentaría.

   En 2018 Lula cumplirá 73 años. Aunque su salud es buena, el expresidente superó un cáncer de laringe hace dos años y su estado físico no es el de antes. Aunque suele subrayar que el papel que tenía al frente de Brasil ya lo cumplió recientemente aseguró, fiel a su estilo, que si le tocan "las narices" es capaz de presentarse de nuevo.

   Lula gobernó entre 2002 y 2010 y es una de las figuras más carismáticas y queridas de Brasil. En los peores momentos de popularidad de Rousseff incluso hubo un movimiento interno en su partido que pedía que fuera él el candidato de urgencia; movimiento que él mismo se encargó de desactivar para no perjudicar a la presidenta.

   En el PT no hay ahora mismo un nombre a la altura de Lula para disputar la presidencia, aunque el partido tiene cuatro años para 'formar' a un nuevo candidato, como hizo el propio expresidente con Rousseff, a la que colocó primero como ministra de Minas y Energía y más tarde como responsable de la Casa Civil.

   Aunque aún es muy pronto para hacer pronósticos la prensa local ya baraja algunos nombres que podrían liderar el PT en caso de que Lula descarte totalmente presentarse. El actual jefe de la Casa Civil y uno de los fundadores del PT, Aloizio Mercadante, es uno de ellos.

   Otro posible candidato es el gobernador del estado de Bahía, Jacques Wagner, a quien muchos ya ven como ministro en el nuevo gobierno de Rousseff. Otra opción es el actual alcalde de São Paulo, Fernando Haddad, aunque tendría que remontar bastante en los índices de popularidad para ser una alternativa factible.

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