RÍO DE JANEIRO, 10 Nov. (Notimérica) -
El problema de la violencia en Brasil genera pérdidas en la economía equivalentes al 5,4 por ciento del PIB del país: tan solo en 2013 se perdieron unos 258.000 millones de reales y la mayoría de ellos -114.000- corresponde a la pérdida de capital humano, según revela el Anuario Brasileño de Seguridad Pública.
En general, las personas víctimas de la violencia mueren de forma prematura y dejan de consumir y de producir, por lo que "a la tragedia humana se le une una pérdida desde el punto de vista económico", ha apuntado el economista Daniel Cerqueira, uno de los responsables del cálculo, en declaraciones a 'O Globo'.
Además de los 114.000 millones de reales que 'cuesta' la pérdida de vidas humanas hay que sumar, entre otros factores, los 3.900 millones que implica mantener las prisiones, los 36.000 millones en seguros contra robos, los 3.000 millones que el sistema público de sanidad gasta en tratar a víctimas de la violencia o los gastos derivados de la contratación de servicios de seguridad privada (39 millones).
La suma de todos estos ámbitos determina el "coste social de la violencia", aunque los responsables del anuario estiman que las cifras reales pueden ser superiores, ya que no se han tenido en cuenta, por ejemplo, a las personas que quedan inválidas por culpa de la violencia.
Además, el anuario también pone de manifiesto que el problema de la inseguridad y la violencia en Brasil no tiene que ver con la falta de recursos sino con la forma en que son administrados. Las tres esferas de gobierno en Brasil -federal, estadual y municipal- gastan en seguridad pública lo equivalente al 1,26 por ciento del PIB, porcentaje similar al de Estados Unidos (EE.UU) (1por ciento) o los países de la Unión Europea (UE) (1,3 por ciento).
Pero en Europa la tasa de homicidios es de 1,1 por cada 100.000 habitantes, y en EE.UU de 4,7. En Brasil, sin embargo, la cifra se dispara hasta los 24,8. Así pues, aún gastando prácticamente lo mismo que en esos países, en Brasil hay 20 veces más asesinatos. Brasil aún sale peor parado si se compara con algunos países de su entorno, como Chile, donde se invierte un 0,8 por ciento en seguridad y el índice de homicidios es de 1,1, igual que en la UE.
En opinión de los especialistas para reducir los índices de criminalidad no basta con gastar lo mismo que los países desarrollados, sino que hay que poner énfasis en mejorar la coordinación entre el Ministerio Público y las policías Civil y Militar, así como entre los tres niveles administrativos.
Esta fue una de las propuestas de la presidenta Dilma Rousseff en las pasadas elecciones, aunque algunos expertos y partidos de la oposición subrayaron que para poder mejorar la coordinación entre el Gobierno central y los estados primero habría que reformar la Constitución, lo que no es tarea fácil.
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