SÃO PAULO, 6 Sep. (Notimérica/EP) -
La XXI Bienal de São Paulo, considerada una de las principales citas con el arte en América Latina, arranca este sábado con cerca de 250 piezas artísticas, fruto de 81 proyectos de más de cien artistas de todo el mundo, en una edición especialmente marcada por la polémica y de vocación transgresora.
El lema de este año es 'Como (...) coisas que não existem' y según los comisarios es "una invocación poética de las potencialidades del arte y su habilidad de reflejar e influenciar en la vida, en el poder y en las creencias".
Una de las principales novedades de esta edición es la gran cantidad de artistas transexuales o que tienen la transexualidad, el travestismo y la ambigüedad sexual como uno de sus temas de trabajo recurrentes. Destaca la obra del artista peruano Giuseppe Campuzano, filósofo y 'drag queen', que murió el año pasado.
En la Bienal se podrán ver algunas de sus fotografías más conocidas. También se incluyen piezas de una sus principales creaciones, el 'Museo Travesti', una colección de objetos que aluden a personajes excluidos de la historia, desde la época colonial hasta hoy.
La lista de participantes está cuajada de nombres consagrados y jóvenes promesas con propuestas rompedoras. Entre los brasileños destaca Hudinilson Jr, además de Sergio Zevallos, que integra el proyecto 'Deus é bicha' ('Dios es maricón'), o Ana Lira, que presenta la serie de fotografías 'Voto!', muy pertinentes en plena campaña electoral.
En las últimas cuatro ediciones la Bienal de São Paulo ha ido subrayando su carácter contestatario. Este año uno de los platos fuertes será una serie de 'performances' que tendrán lugar en el parque de Ibirapuera. Una de las más provocativas se llama 'Espaço para abortar', del colectivo Mujeres Creando.
Se trata, según las artistas, de "una procesión-performance, pública y participativa, contra la dictadura del patriarcado sobre el cuerpo de la mujer". La idea es promover un ambiente de discusión y diálogo con la ayuda de un gran útero ambulante que interpelará directamente al público.
Pero la polémica no está presente únicamente en las propuestas artísticas. Hace unas semanas un grupo de 55 artistas de diferentes nacionalidades divulgó una carta abierta a la Fundación Bienal de São Paulo pidiendo que la institución rechazara el patrocinio del Gobierno de Israel, en protesta por las acciones militares del país en la Franja de Gaza. El país invirtió cerca de 90.000 reales en la exposición, que cuenta con un presupuesto total de 24 millones de reales.
Para calmar los ánimos de los artistas, la organización ha colocado una nota aclaratoria en el panel en el que se exhiben los logos de los patrocinadores, remarcando que cada país apoya únicamente a los artistas de su nacionalidad.
La Bienal de São Paulo arrancó en 1951 y es la segunda más antigua del mundo después de la de Venecia, fundada en 1895 y que sirvió de modelo inspirador. Es de acceso gratuito y se podrá visitar hasta el 7 de septiembre en el Pabellón Ciccillo Matarazzo del Parque de Ibirapuera, un gran edificio diseñado por Oscar Niemeyer y Hélio Uchôa con 30.000 metros cuadrados de espacio expositivo.
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