Actualizado 23/07/2013 13:52

Iker y Sara, al pueblo...

Sara e Iker juegan al poker en Corral
JOSE RUIZ

MADRID, 23 Jul. (CHANCE) -

Iker Casillas y Sara Carbonero están aprovechando al máximo los días de asueto que les quedan. La temporada ha sido dura y el regreso está más que cerca.

Tras su estancia en las Seychelles a lo siete días nueve noches, la pareja regresó a España y están disfrutando con toda la familia de la buena nueva del embarazo de Sara Carbonero. La pareja quiere tranquilidad y saborear las mieles de la llegada del que será uno de los bebés más famosos. Sin crisis económica de por medio, la presentadora más fashion y el número uno a nivel mundial como portero, no han querido ni más viajes internacionales, ni más resorts de lujo. Para ellos el mayor lujo es estar en familia, y disfrutar de las cosas cotidianas y campechanas de la vida, como los que más.

Nada más aterrizar lo primero que hicieron fue visitar a la querida abuela del cancerbero en la ya famosa localidad de Móstoles donde vive esta. Nicasia les recibió con multitud de besos y abrazos. No puede estar más orgullosa de su nieto en todos los aspectos. Después de visitar a su abuela, ha tocado seguir la ronda e ir a ver a la familia de Sara, a Corral. La presencia de la pareja ha despertado gran expectación en la tierra castellano manchega...

Allí, han estado todo el fin de semana. La pareja no se ha escondido, y ha hecho vida de pueblo como cualquiera, cuando vamos al nuestro. La presentadora, con su chico ha quedado con sus amigos de toda la vida para comer e incluso jugar al poker. De Iker sabíamos que se le daba bien el mus al que suele jugar con sus amigos de Móstoles tanto allí como en Boadilla donde vivía el portero, hasta hace bien poco. Parece que en el pueblo de Sara ha preferido más que echar un órdago, hacerse con una escalera de color. No es de extrañar porque puede tener buen trainer, su querido compañero de selección Gerard Piqué que como ya os contamos participó hasta en un campeonato de lo más selecto en Las Vegas. Nuestros deportistas prefieren despejarse de las canchas de juego con un algo más mental. Algo tan tan tradicional y cotidiano como las cartas. Esas timbas tan de casa, para las tardes o noches más veraniegas a la sombra...