MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Ayer en la boda de Magdalena de Suecia todo fueron sonrisas y lagrimas (el novio lloró de la emoción), vestidos vaporosas y trajes de chaqué, pero entre todos los invitados llamó la atención uno en particular: la novia del guapo príncipe Carlos Felipe de Suecia, Sofia Hellqvist, que llevó un vestido prácticamente calcado que el de Pipa Middleton en la boda de su hermana Catalina.
El mismo vestido que la encumbró a la fama a ella y a sus conocidas "posaderas". Llama la atención que emule a la británica puesto que denota ciertas aspiraciones con ello, algo que nunca ha ocultado. No es posible que lo eligiese sin darse cuenta del parecido, ya que el vestido de Pippa Middleton se hizo eco en toda la prensa.
Pues bien, parece ser que desde un principio, la novia, Magdalena de Suecia, quiso vetarla de su boda, y razones no le faltan; Sofia es exconcursante de un reality subido de tono, ha posado haciendo topless en una conocida revista y además ha trabajado como stripper y camarera; un cocktail Molotov en toda regla tratándose de la familia real, y es que no es bienvenida en la Corte.
De hecho tiene hasta su propio nombre despectivo entre los nobles: la porno novia. Pocos entienden que hace un príncipe saliendo con una mujer sedienta de atención y fama, y no lo ocultan.
Como acto rebelde, Sofia siempre se ha saltado el protocolo real(acudiendo al bautizo de la hija de Victoria de Suecia, a la que solo acuden gente oficial de la familia y no novios, y ahora con este vestido) para "demostrar" que no mandan sobre ella, y eso es algo imperdonable en las casas reales nórdicas donde cuidan con recelo de la tradición. Sofia siempre tiene tiempo de girarse hacia las cámaras, sonreir, saludar,... no oculta su satisfacción al ser observada.
El vestido no fue solo una imitación del vestido de Pippa Middleton, si no que además lo imitó en su peor versión: en un lavanda muy mal elegido y bastante hortera. De momento no parece que haya encontrado su sitio en la Corte.