SANTIAGO, 4 nov, 4 Nov. (Reuters/EP) -
- La presidenta chilena, Michelle Bachelet, pidió a su equipo económico elaborar un plan de concesiones en infraestructura pública por unos 6.000 a 8.000 millones de dólares adicionales, para inyectar así un mayor dinamismo a la alicaída actividad local.
La mandataria socialista convocó el martes una reunión con su gabinete para revisar la agenda económica y las medidas que puede aportar cada ministerio para apuntalar la actividad doméstica, cuya expansión avanza a su menor ritmo en los últimos cinco años.
El nuevo paquete de concesiones se suma al anuncio realizado en la víspera por Bachelet de agilizar proyectos del sector privado por unos 6.000 millones de dólares, que se encuentran entrampados.
"Le he pedido al equipo económico una renovada cartera de concesiones más allá de lo que ayer hablamos (...) en materia de transporte público, carreteras urbanas y suburbanas y puertos por un monto de entre 6.000 y 8.000 millones de dólares", dijo Bachelet tras la reunión con sus ministros.
"La desaceleración económica ha hecho aún más exigente la tarea que tenemos por delante", agregó.
Bachelet, que asumió las riendas del país en marzo, definió originalmente inversiones en conectividad, embalses y puertos por unos 18.800 millones de dólares, además de concesiones, principalmente viales, por 9.900 millones de dólares.
Por medio de la inyección de recursos, el Gobierno chileno busca despertar a una aletargada demanda interna, especialmente del sector privado que mantiene en el congelador una lista de proyectos.
Los empresarios han dicho que la judicialización de proyectos, la burocracia y el encarecimiento de la energía, en medio de la incertidumbre de una recientemente promulgada reforma tributaria, han enfriado las inversiones.
El Gobierno busca acelerar el ritmo en momentos en que la economía habría registrado en el tercer trimestre un crecimiento cercano al 2,0 por ciento, el más bajo en lo que va del año.
La desaceleración de la economía y la discusión en el Congreso de algunas reformas emblemáticas han comenzado a golpear la popularidad de Bachelet.
De hecho, la desaprobación hacia la mandataria llegó al 47 por ciento en octubre y superó por primera vez el nivel de apoyo, reveló el martes un sondeo privado.