SANTIAGO, 8 May. (EUROPA PRESS) -
Unos 1.800 efectivos de Carabineros vigilarán el recorrido de la marcha estudiantil que se celebrará este jueves en Santiago, la primera gran manifestación por la educación del segundo mandato de Michelle Bachelet.
Según ha informado el diario chileno 'El Mercurio', el despliegue de seguridad estará coordinado por el alto mando de Carabineros, incluido su director general, Gustavo González Jure, ya que se espera una marcha multitudinaria.
El primer cordón de seguridad estará formado por agentes de comisarías y escuelas de formación, a los que seguirá un segundo integrado por efectivos de las fuerzas especiales y un tercero de unidades de intervención policial y radiopatrullas.
Un equipo de 90 policías se dedicará exclusivamente a la vigilancia de los autobuses del Transantiago, objetivo habitual de los grupos de encapuchados que suelen atacar a las fuerzas de seguridad al final de las marchas estudiantiles.
La Intendencia de la Región Metropolitana ha autorizado un recorrido que partirá a las 11.00 (hora local) de Plaza de Italia y pasará frente al Palacio de La Moneda --sede presidencial-- hasta desembocar en el Parque Almagro.
La marcha ha sido convocada por estudiantes de educación secundaria y universitaria, pero está apoyada por el Colegio de Profesores. "El llamado es para que todos los que se sientan parte de esta tremenda lucha por la educación hoy, más que nunca, estén en la calle", dijo la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica (FEUC), Naschla Aburman, al convocar la marcha.
Aburman explicó que la manifestación obedece, en primer lugar, a que el Gobierno de Bachelet no ha contado con estudiantes o profesores para elaborar los tres proyectos de ley que forman parte de la reforma educativa.
"No puede ser que, a 20 días de que se ingresen los primeros tres proyectos de ley (en el Congreso), aún no exista ningún nivel de participación de la ciudadanía. No ha existido ningún encuentro donde todos los actores estén en la mesa (de negociaciones)", indicó.
En segundo lugar, apuntó a la confusión en el Gobierno. "Nos reunimos con el ministro (de Educación, Nicolás Eyzaguirre), le escuchamos, le preguntamos nuestras dudas y hemos seguido atentos sus declaraciones posteriores, pero han sido contradictorias", señaló.
MOVIMIENTO ESTUDIANTIL
Desde hace tres años, estudiantes y, en menor medida, profesores chilenos han tomado las calles del país sudamericano en demanda de una educación pública, gratuita y de calidad que termine con el actual sistema de financiación a través de créditos de la banca privada.
El clamor de la comunidad educativa chilena obligó al ex presidente Sebastián Piñera (2010-2014) a aprobar una reforma educativa y una reforma fiscal para financiar la primera que, según estudiantes y profesores, no solucionó los problemas del sector.
La reforma educativa de Piñera permitió, como gran avance, que el Estado asumiera la gestión de los créditos bancarios en la enseñanza universitaria con mejores condiciones que las ofrecidas hasta entonces por la banca privada a los estudiantes.
Pero los estudiantes rechazaron esta propuesta porque no respondía a su deseo de que Chile tuviera una educación pública y gratuita ya que, aunque mejoró el sistema existente, aún obliga a los alumnos a recurrir a créditos para financiar la educación universitaria.
Bachelet, que volvió a La Moneda el pasado 11 de marzo, lleva en su programa de Gobierno una reforma educativa que sí colmaría las demandas de estudiantes y profesores.
Los estudiantes ya han expresado sus "dudas" al considerar que su propuesta de reforma educativa es "ambigua" y que está dominada por una "visión económica". Además, han pedido un proyecto de ley integral, en lugar de tres independientes.
Los manifestantes echan en cara a Bachelet que durante su Gobierno (2006-2010) y, especialmente, durante los 20 años de mandato de la Concertación --coalición izquierdista-- no se promovió una reforma educativa para garantizar su gratuidad y universalidad.