Actualizado 09/09/2007 23:23

Chile.- Unas 5.000 personas marchan por los desaparecidos de la dictadura y desafían al Gobierno


SANTIAGO, 9 Sep. (EP/AP) -

Unas 5.000 personas secundaron hoy la convocatoria de la Asamblea de Derechos Humanos para recordar a los desaparecidos de la dictadura militar chilena e intentaron desafiar la prohibición de las autoridades, que impidieron que la marcha discurriera por las inmediaciones del palacio de La Moneda, sede de la presidencia.

Una férrea barrera policial frenó la manifestación muy cerca ya de La Moneda. Un grupo de unas 40 personas, la mayoría mujeres de la pertenecientes a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD), intentó negociar con los jefes policiales, aunque sin éxito, y luego algunas mujeres trataron de saltar las rejas que rodeaban el perímetro del palacio de La Moneda. Hubo 14 detenidos, entre ellos Viviana Díaz y Mireya García, dirigentes de la Agrupación.

La manifestación fue convocada por la Asamblea de Derechos Humanos, y una de sus dirigentes, Lorena Pizarro, presidenta de la AFDD, había anticipado que pasarían por el lateral del palacio de La Moneda "con o sin permiso", pero centenares de policías apostados en el lugar se los impidieron. "Es una vergüenza, una situación que agrede, es no respetar la memoria de las víctimas", declaró García antes de ser detenida.

La marcha es una tradición de la izquierda y de los familiares de víctimas de la dictadura en repudio al aniversario del golpe militar del 11 de septiembre de 1973, liderado por el general Augusto Pinochet, y que recuerda a los más de 3.000 muertos bajo el régimen castrense (1973-1990).

El Gobierno de la presidenta socialista Michelle Bachelet prohibió el paso por calle Morandé, en uno de los costado de La Moneda, por donde en el pasado entraban y salían los presidentes y por donde los militares sacaron el cadáver de Allende, que prefirió suicidarse para no caer en manos de los golpistas.

Los dirigentes de la Asamblea querían depositar unas flores en la puerta de Morandé, 80.

Para prohibir el paso de la marcha por el lugar, las autoridades adujeron que buscaban impedir que ocurriera algo similar a lo sucedido en 2006, cuando un encapuchado que marchaba con la multitud lanzó un cóctel molotov contra a un ventanal, acto rechazado por todos los sectores por el simbolismo del lugar.

Esta vez, el grueso de los manifestantes siguió por calles aledañas a la sede de Gobierno con autorización de la Intendencia (Gobernación) y caminaron unas cuarenta manzanas hasta el Cementerio General, hasta el Memorial de los Detenidos Desaparecidos, para rendir un homenaje a las víctimas de la dictadura.

En el trayecto hubo incidentes menores de grupos de encapuchados que lanzaron piedras a los policías. La Intendenta de Santiago, Adriana Delpiano declaró que "fueron problemas menores".

"Este es un Gobierno que le cierra las puertas a quienes ayudaron a recuperar la democracia", afirmó en el cementerio el abogado comunista Hugo Gutiérrez.

Mientras los organizadores hablaban, pequeños grupos de encapuchados parapetados en el interior del cementerio atacaron con piedras a los policías que entraron en el recinto. Los agentes los repelieron con furgones de agua a presión y bombas lacrimógenas y detuvieron a unas veinte personas, según los medios locales.

"Justicia nada más, pero nada menos", decía un enorme cartel que encabezaba la marcha, en alusión a las 3.197 víctimas de la dictadura de Pinochet.

En 17 años de democracia sólo se han encontrado restos de unos 200 detenidos-desaparecidos. Unos 503 militares retirados, incluidos 50 generales, están procesados o condenados por violaciones a los Derechos Humanos.