Foto: PRESIDENCIA DE CHILE
SANTIAGO, 3 Abr. (Notimérica/EP) -
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha alertado este jueves de que aún no se puede descartar "que haya réplicas fuertes con consecuencias", después del terremoto de 8,2 en la escala de Richter que el pasado martes sacudió la costa norte.
"Si bien es cierto que nadie quisiera que haya más réplicas, no podemos asegurar que no haya réplicas fuertes con consecuencias", ha dicho en una entrevista concedida hoy a la red de emisoras locales Archi para dar un balance de la situación.
Bachelet ha explicado que las autoridades chilenas todavía se encuentran en una primera etapa "de emergencia". "Aún estamos en la fase de asegurar la provisión de servicios, que la gente tenga agua, que tenga para comer, que tenga albergues... Y en eso estamos trabajando", ha indicado.
A este respecto, ha señalado que "el Gobierno está tratando de que cada instancia tenga su rol". "Estamos trabajando con el intendente, con la gobernadora y con los directores regionales para tomar todas las medidas pertinentes", ha subrayado.
Como primer paso, ha revelado que ha ordenado al ministro de Agricultura, Carlos Furche, y a su secretario de Estado, que adopten las medidas necesarias para garantizar la supervivencia del sector tras el seísmo.
Furche, por su parte, ha declarado el estado de emergencia agraria en Arica y Parinacota y Tarapacá "por el daño sufrido por productores agrícolas y habitantes rurales" en estas regiones, lo cual "permitirá proveer de ayuda a los afectados tras las sucesivas réplicas".
La propia Bachelet ha recorrido este jueves Codpa y Esquiña, las localidades más afectadas por la sacudida, que se encuentran en la comuna de Camarones, en Arica y Parinacota, según ha informado la Presidencia de Chile.
La líder izquierdista ha podido comprobar de primera mano los problemas de conexión terrestre, ya que ha tenido que llegar hasta allí en un helicóptero Bell 212 de la Fuerza Aérea, así como la falta de suministros.
"Ha entregado a los habitantes (de Esquiña) cajas con raciones de comida, frazadas y artículos de aseo, además de forraje para los animales, ayuda que fue trasladada en un helicóptero Cougar AS-532, del Ejército de Chile", ha detallado La Moneda.
PLAN DE DESARROLLO REGIONAL
A pesar de las acuciantes necesidades en estos momentos, Bachelet se ha mostrado consciente de que "luego vendrá una etapa de reconstrucción de las zonas afectadas" para la cual ha propuesto crear un plan especial.
En concreto, la jefa de Estado ha propuesto sumar este plan de reconstrucción al que ya tenía previsto lanzar para el desarrollo específico de Arica y Parinacota. "El ideal, en este caso, es unirlos", ha considerado.
"Cuando he estado visitando hoy, he tratado de mirar la emergencia, pero también de identificar los temas que nos pueden servir a la hora de ver cómo apoyamos los futuros procesos de desarrollo", ha explicado.
"En Camarones, por ejemplo, tienen el anhelo del turismo. Entonces, más allá de la urgencia, me hablaban de la necesidad de la luz, porque ellos tienen dos horas al día luz y discutíamos que la luz solar es lo que aquí se puede hacer", ha apuntado.
No obstante, ha aclarado que la comisión que se va a encargar de diseñar este plan de desarrollo regional "se va a hacer aquí (en Arica y Parinacota), no en Santiago. "No vamos a venir de Santiago a decir lo que los ariqueños tienen que hacer, podemos mandar apoyo, pero ustedes mismos deben definir", ha remachado.
EL TERREMOTO
El terremoto de 8,2 en la escala de Richter se produjo a las 18.46 (hora local) en el océano Pacífico, específicamente, 86 kilómetros al noroeste de la ciudad de Iquique a unos 20 kilómetros de profundidad. La sacudida se ha podido sentir en Perú y Ecuador.
El Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) de Chile declaró la alerta de tsunami, ordenando la evacuación del litoral septentrional, lo que obligó a unas 900.000 a abandonar sus hogares, aunque finalmente la retiró.
Este terremoto dejó seis muertos y provocó escenas de pánico. Los derrumbes, los incendios y las inundaciones evocaron el devastador seísmo de hace cuatro años, que originó un potente tsunami que le costó la vida a más de 500 personas.
Apenas 24 horas después, se ha producido otro seísmo, esta vez de 7,4 en la escala de Richter, que ha obligado a emitir otra orden de evacuación y alerta de tsunami, que han sido canceladas permitiendo la vuelta de los residentes locales a sus hogares.
En este contexto, Bachelet ha declarado la zona de catástrofe, que implica el desplazamiento del Ejército para coordinar la ayuda y garantizar el orden público.