SANTIAGO, 30 Ene. (De la corresponsal de EUROPA PRESS Claudia Riquelme) -
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha promulgado una ley que terminará con el llamado "impuesto al divorcio", que obligaba a las partes a pagar tributos por los bienes o compensaciones económicas que acordaran para materializar la disolución del matrimonio.
Tras firmar la normativa, la mandataria explicó que "esta ley facilita los acuerdos entre las personas para que todo sea menos difícil para todos", y aseguró que, de esta manera, el Estado apoya a quienes quieran "rearmar un proyecto personal o familiar".
La nueva ley plantea que las compensaciones económicas convenidas o determinadas en favor de un cónyuge se exceptúan de tributación, sin importar si se lograrn en tribunales o en el marco de un acuerdo extrajudicial.
"Hasta ahora, solamente una sentencia judicial podía fijar compensaciones económicas exentas de impuestos, lo que obligaba muchas veces a judicializar el tema, provocando que la compensación a favor de uno de los cónyuges se viera reducida, afectando con mayor frecuencia a las mujeres, que en general son las favorecidas por dichas compensaciones", dijo la presidenta.
Bachelet calificó como "un absurdo que cada vez que hubiera una separación había que ir a la justicia para poder recibir esta compensación y no tener impuesto". Esto permite --señaló-- "poner al alcance de las personas tanto el acceso a la resolución judicial de conflictos, como los mecanismos de resolución alternativa que pueden favorecer el acuerdo de las partes".