SANTIAGO, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -
El diputado chileno Gabriel Boric ha sido detenido este viernes tras mantener un enfrentamiento con Carabineros en el marco de una manifestación estudiantil en Santiago, que protestaba contra los cambios propuestos por el Gobierno para acceder a la universidad.
Boric ha asegurado a través de la red social Twitter de que "ni siquiera estaba participando en la marcha" y que ha sido detenido por "tratar de evitar" que las fuerzas de seguridad golpeasen a una madre que estaba defendiendo a su hijo.
Tras estar retenido durante unas horas, las fuerzas de seguridad han puesto en libertad al diputado, que ha denunciado haber recibido golpes. "Agarrón de testículos y patadas a detenidos son injustificables", ha denunciado, pidiendo que las Fuerzas Especiales "revisen sus procedimientos".
La manifestación, en la que alumnos de secundaria han marchado hacia el Ministerio de Educación partiendo del Instituto Nacional, se ha saldado con la detención de cuatro personas, tres hombres y una mujer, según han informado medios locales.
Boric también ha denunciado la detención de cinco alumnos del Instituto Nacional, todos menores de edad, ante lo que ha manifestado su deseo de que "sean liberados lo antes posible".
"ALTERACIONES AL ORDEN PÚBLICO"
Por su parte, el portavoz de Carabineros Sergio Escudero ha informado de que durante la manifestación ha habido "alteraciones al orden público" y ha explicado la versión de las autoridades sobre la detención de Boric.
En el marco de la detención de una mujer "un individuo, un individuo, una persona que hasta ese momento no estaba identificada, se opuso al accionar de Carabineros", ha afirmado Escudero.
"Posteriormente fue individualizado como el honorable diputado Gabriel Boric, siendo trasladado a las dependencias de la tercera comisaría de Santiago Centro", ha explicado el portavoz, que ha informado de que se desarrollará una investigación "para acreditar el profesionalismo y la transparencia" de los procedimientos policiales".
MOVIMIENTO ESTUDIANTIL
Desde hace tres años, estudiantes y, en menor medida, profesores chilenos han tomado las calles del país suramericano en demanda de una educación pública, gratuita y de calidad que termine con el actual sistema de financiación a través de créditos de la banca privada.
El clamor de la comunidad educativa chilena obligó al expresidente Sebastián Piñera (2010-2014) a aprobar una reforma educativa y una reforma fiscal para financiar la primera que, según estudiantes y profesores, no solucionó los problemas del sector.
La reforma educativa de Piñera permitió, como gran avance, que el Estado asumiera la gestión de los créditos bancarios en la enseñanza universitaria con mejores condiciones que las ofrecidas hasta entonces por la banca privada a los estudiantes.
Pero los estudiantes rechazaron esta propuesta porque no respondía a su deseo de que Chile tuviera una educación pública y gratuita ya que, aunque mejoró el sistema existente, aún obliga a los alumnos a recurrir a créditos para financiar la educación universitaria.
Bachelet, que volvió a La Moneda el pasado 11 de marzo, lleva en su programa de Gobierno una reforma educativa que sí colmaría las demandas de estudiantes y profesores, aunque éstos ya han repudiado las tres primeras medidas.
Los estudiantes ya han expresado sus "dudas" al considerar que su propuesta de reforma educativa es "ambigua" y que está dominada por una "visión económica". Además, han pedido un proyecto de ley integral, en lugar de tres independientes.
Los manifestantes echan en cara a Bachelet que durante su Gobierno (2006-2010) y, especialmente, durante los 20 años de mandato de la Concertación --coalición izquierdista-- no se promovió una reforma educativa para garantizar su gratuidad y universalidad.