Actualizado 03/01/2014 23:29

Chile relaciona los ataques en La Araucanía con grupos anarquistas

Enfrentamientos entre policías e indígenas mapuche en Santiago de Chile
Foto: REUTERS

SANTIAGO, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -

   El delegado policial en La Araucanía, el general Jorge Rojas, ha revelado este viernes que los ataques cometidos entre el 31 de diciembre y el 1 de enero en esta región chilena serían obra de grupos anarquistas, no de los indígenas mapuche, como se había sugerido.

   "Pensamos que puede ser un movimiento más de corte anárquico que un movimiento violentista que actúe por la causa mapuche", ha dicho en declaraciones al diario chileno 'La Tercera'.

   De esta forma, Rojas ha descartado, al menos parcialmente, la hipótesis inicial, que apuntaba a la autoría de esta comunidad indígena, ya que los ataques se produjeron en la llamada zona roja del conflicto mapuche.

   Asimismo, ha descartado que se trate de una ola de atentados, tal y como ha afirmado el Gobierno de Sebastián Piñera. "Nunca un atentado será normal, pero que se produzcan tres (ataques solamente) indica planificación", ha considerado.

   Rojas ha explicado que "justamente por estas fechas hay un llamamiento de grupos violentistas, que nos hace modificar un montón de situaciones de planificación, cubrir ciertos puntos". "Eso es nuevo", ha revelado.

   Las autoridades chilenas han decidido poner al frente de la investigación de estos sucesos al fiscal jefe de la ciudad de Temuco, Alberto Chiffelle, que estará apoyado por los fiscales adjuntos Miguel Velásquez y Luis Arroyo.

LOS ATAQUES

   En la madrugada de Año Nuevo se produjeron varias explosiones de poca envergadura en distintos puntos de La Araucanía que se suman a la decena que ha tenido lugar en la última semana de 2013, lo que hizo temer un resurgimiento de la violencia por el conflicto mapuche.

   La Araucanía es la región chilena con mayor concentración de indígenas mapuche, que desde hace años exigen la devolución de sus tierras ancestrales y denuncian un hostigamiento por parte del Gobierno chileno.

   Las autoridades chilenas han negado estas acusaciones y, por el contrario, han apuntado a los nativos como los responsables de numerosos incidentes violentos en la zona, como ataques a fincas y a sus propietarios.