Actualizado 23/06/2014 20:57

Preece recupera del olvido 58 puertas de una cárcel abandonada

Sebastian Preece
Foto: FACEBOOK

SANTIAGO, 23 Jun. (Notimérica/EP) -

   Esconden sufrimiento y desesperanza las puertas de la centenaria cárcel Rancagua que se encuentra ahora abandonada. Ellas han sido testigo del dolor que han experimentado numerosos presos y por ello, el artista chileno Sebastián Preece ha querido recuperarlas y exponerlas en la galería Patricia Ready de la capital chilena.

   "Lo que me interesa son las puertas como objeto y las cargas que llevan. Son años de golpes, números borrados y vueltos a pintar, dibujos y rayados de los reos, todo el paso de esos hombres encerrados, hay desesperanza y sufrimiento ahí", ha destacado el artista al diario chileno 'La Tercera'.

   Se trata de 58 puertas que parecen cobrar vida en la exposición de Preece, un artista que acostumbra a indagar en la arquitectura y recuperar aquellos objetos abandonados que un día fueron testigos de las vidas de numerosos seres humanos.

   "Me gusta trabajar con los conceptos de habitabilidad, espacio, arquitectura, rescatar objetos y ver cómo el hombre va dejando sus huellas en ellos. (...) Las puertas se me aparecieron, estaban sperándome para que las salvara y prolongara su vida", ha explicado.

   La cárcel de Rancagua fue abandonada en 2005 y pese a que se decidió que las instalaciones albergarían un centro social, el proyecto sigue inconcluso. Por ello, tomó Preece las puertas de esta legendaria prisión y las situó, suspendidas en el aire, en una galería de 280 metros cuadrados.

   "Para mí el arte es seguir abriendo sentidos más allá de representar o crear. Lo que yo hago es agarrar algo que existe, cambiarlo de contexto y darle un nuevo significado", ha destacado Preece.

   Un artista que acostumbra a experimentar con elementos arquitectónicos, consiguiendo que muros casas o puertas cobren vida. De hecho, en 2010 trasladó un refugio de montaña habitado por un ermitaño al Museo de Bellas Artes, logrando así que los mundos se mezclen y aparezcan extraños objetos en lugares insospechados.