Actualizado 27/11/2007 11:09

R.Unido/Chile.- El capitán del 'Explorer' reconoce que no tenía experiencia para navegar en el Antártico


BUENOS AIRES/MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

El capitán del buque turístico 'Explorer', que se hundió el pasado viernes en el océano Antártico tras chocar contra un iceberg, ha reconocido que, pese a llevar siete años de al mando de buques, tenía poca experiencia para navegar en la zona e incluso ha admitodo que el naufragio le ha servido para "madurar", según informó hoy el diario bonaerense 'Clarín'.

El pasado domingo llegó a la ciudad chilena de Punta Arenas el último grupo de los náufragos del buque 'Explorer', compuesto por 77 personas, dando fin a la evacuación de los 154 pasajeros y tripulantes de este barco.

Según informó a Europa Press el ex secretario general de la Asociación Internacional de Oficiales Radioelectrónicos de la Marina Mercante (ROIA), Antón Salgado Clavo, la falta de experiencia del capitán en la gestión de la seguridad del buque "hace saltar las alarmas sobre el grado de inseguridad de los buques que navegan por las reservas naturales de la Humanidad".

En este sentido, recordó que el Código de Investigación de Siniestros y Accidentes Marítimos de la Organización Marítima Internacional (OMI) ya advierte de los riesgos derivados de la inexperiencia o de la falta de formación --en lo referente a los conocimientos técnicos o los conocimientos generales necesarios para realizar el trabajo a bordo-- ante este tipo de situaciones.

"En el Código de Investigación se contemplan también la navegación, las buenas prácticas marineras, los sistemas de propulsión, las comunicaciones y la meteorología, parámetros que, en el caso del 'Explorer', podrían dejar en una seria evidencia a su capitán", añadió. La OMI es la encargada de investigar los accidentes marítimos, "tratando de aprender de los errores humanos y técnicos, para posteriormente, aplicar las medidas correctoras oportunas", añadió Salgado.

Aparte, según el experto, el naufragio del 'Explorer' en aguas de la Antártida "dejará una profunda huella en la naturaleza", ya que del crucero, hundido a unos mil metros de profundidad, "está aflorando una mancha de diesel, de 40 kilómetros cuadrados, proveniente de los 185.000 litros de combustible que hay en sus tanques".

"El impacto ambiental ataca a una de las zonas del planeta declarada por el Tratado Antártico como "reserva natural" de la Humanidad" a causa de su rica biodiversidad, "que incluye las mayores reservas de pingüinos, lobos de mar y focas, entre otras especies", advirtió.