MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los grupos de ballenas picudas o zifios reducen el riesgo de ser cazadas por las orcas a través de la sincronización extrema de inmersión.
Según un estudio publicado en la revista 'Scientific Reports', este comportamiento no se ha observado en otras ballenas de buceo profundo y las razones no estaban claras.
Natacha Aguilar de Soto, de la Universidad de La Laguna, y sus colegas analizaron datos sobre 26 ballenas con pico que llevaban sensores para rastrear las profundidades a las que nadaban, la inclinación de sus inmersiones y los sonidos que hacían.
Los autores observaron que las ballenas realizaron inmersiones profundas estrechamente coordinadas para alimentarse usando ecolocalización (utilizando sonidos para buscar presas) pero vocalizaciones limitadas en profundidades poco profundas donde son vulnerables a la caza de orcas.
Las ballenas comenzaron vocalizaciones a una profundidad promedio de 450 metros antes de buscar comida individualmente. Luego, se reunieron en grupo a una profundidad promedio de 750 metros y ascendieron silenciosamente a la superficie en un ángulo poco profundo que cubre una distancia horizontal promedio de un kilómetro.
Los autores sugieren que al limitar las vocalizaciones a profundidades fuera del alcance de los ataques de orcas y emerger en lugares impredecibles, las ballenas picudas evitan que las orcas las sigan.
Sin embargo, los autores señalan que esta estrategia es costosa. Los ascensos largos y silenciosos de inmersiones que duran más de una hora reducen el tiempo de búsqueda de alimento en aproximadamente un 35% en comparación con las estrategias de buceo utilizadas por otras ballenas dentadas.
Los hallazgos sugieren que el riesgo de depredación pudo haber sido una fuerte fuerza evolutiva que impulsó el buceo único y el comportamiento vocal de las ballenas picudas.