Publicado 11/09/2020 11:29

Más del 90 por ciento de áreas protegidas están aisladas entre sí

Más del 90 por ciento de áreas protegidas están aisladas entre sí
Más del 90 por ciento de áreas protegidas están aisladas entre sí - JAMES WHEELER

   MADRID, 11 Sep. (EUROPA PRESS) -

   La limpieza de tierras en curso para la agricultura, la minería y la urbanización está aislando y desconectando las áreas naturales protegidas de la Tierra entre sí, muestra un nuevo estudio.

   "Nuestra investigación muestra que el 40 por ciento del planeta terrestre está intacto, pero solo el 9,7 por ciento de la red terrestre protegida de la Tierra puede considerarse conectada estructuralmente. Esto significa que más del 90 por ciento de las áreas protegidas están aisladas, en un mar de actividades humanas", explica la autora principal, Michelle Ward, de la Facultad de Ciencias de la Tierra y el Medio Ambiente de la Universidad de Queensland.

   El estudio muestra que, en promedio, el 11 por ciento de las áreas protegidas de cada país y territorio pueden considerarse conectadas.

   "Las áreas protegidas son vitales para la protección y supervivencia de plantas, animales y ecosistemas. Cuando un hábitat sano e intacto conecta estas áreas protegidas, las especies pueden migrar, escapar de peligros como incendios y rastrear sus microclimas preferidos bajo un cambio climático rápido", declaró Ward en un comunicado.

   Según los acuerdos internacionales, la red mundial de áreas protegidas debe estar bien conectada y cubrir el 17 por ciento de la tierra.

   Sin embargo, el estudio reveló que solo nueve países y territorios --el 4,6 por ciento de ellos-- tienen más del 17 por ciento de su tierra protegida y mantienen más del 50 por ciento de conectividad.

   "En una nota positiva, nuestro estudio proporciona un marco común, previamente ausente, para que los países y territorios evalúen el desempeño de la conectividad de sus áreas protegidas actuales y futuras, con acceso a información y métricas", dijo Ward.

   La investigación se ha publicado en Nature Communications.