Publicado 27/05/2020 14:32

Un sensor de ondas magnéticas que funciona con solo once átomos

Un sensor de ondas magnéticas que funciona con solo once átomos
Un sensor de ondas magnéticas que funciona con solo once átomos - TU Delft

MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft han desarrollado un sensor que tiene solo 11 átomos de tamaño. El sensor es capaz de capturar ondas magnéticas y consta de una antena, una capacidad de lectura, un botón de reinicio y una unidad de memoria.

Los investigadores esperan usar su sensor atómico para aprender más sobre el comportamiento de las ondas magnéticas, de modo que con suerte esas ondas puedan algún día ser utilizadas en aplicaciones de computación verde: la interrelación de personas, procesos y tecnologías relativas al medio ambiente. Sus resultados se publican Communications Physics.

En teoría, los ingenieros pueden hacer que el procesamiento electrónico de datos sea mucho más eficiente al cambiar a la espintrónica. En lugar de usar señales eléctricas, esta tecnología hace uso de señales magnéticas para transmitir datos. Desafortunadamente, el magnetismo tiende a ser increíblemente complicado, especialmente en la pequeña escala de los chips de computadora. Una onda magnética puede verse como millones de agujas de brújula que realizan una compleja danza colectiva. Las ondas no solo se propagan extremadamente rápido, haciendo que se desvanezcan en meros nanosegundos, sino que las difíciles leyes de la mecánica cuántica también les permiten viajar en múltiples direcciones al mismo tiempo. Esto los hace aún más esquivos.

Para estudiar estas oscilaciones rápidas, los investigadores de la Universidad Tecnológica de Delft han desarrollado un dispositivo minúsculo que consta de solo 11 átomos. Está equipado con una antena, una capacidad de lectura, un botón de reinicio y una unidad de memoria para almacenar los resultados de la medición. La idea central de la invención es que el dispositivo detecta instantáneamente una onda magnética que pasa y recuerda esta información. "Compárelo con una trampa para ratones", explica en un comunicado el líder de investigación Sander Otte. "Un ratón suele ser demasiado rápido y demasiado pequeño para capturarlo a mano. Pero una trampa de ratón reacciona muy rápidamente y luego lo mantiene en su lugar".

Los investigadores conectaron el dispositivo a cables atómicos magnéticos a través de los cuales se transmitían ondas magnéticas. Aunque los cables de prueba fueron muy cortos, los resultados son prometedores: las ondas se movieron de manera muy peculiar, como cabría esperar de la mecánica cuántica. El siguiente paso es aplicar esta técnica a circuitos más complicados para obtener más información sobre el comportamiento de la espintrónica.