Publicado 12/01/2021 18:57

Trozos de la antigua corteza terrestre fueron semillero de continentes

Una corriente de agua derretida que transporta cristales de circonio antiguo.
Una corriente de agua derretida que transporta cristales de circonio antiguo. - Universidad de Curtin

MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -

Cristales antiguos de rocas erosionadas que se encuentran en los sedimentos de los arroyos en Groenlandia han sido usados para probar la teoría de que porciones de la corteza antigua de la Tierra actuaron como 'semillas' a partir de las cuales crecieron generaciones posteriores de corteza.

Los hallazgos de investigadores de la Universidad de Curtin no solo avanzan en la comprensión de la producción de la corteza terrestre a través del tiempo profundo, junto con su estructura y composición, sino que revelan un brote de crecimiento cortical en todo el planeta hace tres mil millones de años cuando las temperaturas del manto alcanzaron su punto máximo.

El autor principal, el profesor Chris Kirkland, del Grupo de Escalas de Tiempo de Sistemas Minerales de la Universidad de Curtin, dijo que la investigación utilizó la química de cristales antiguos conservados dentro de los sedimentos de corrientes en el Ártico de Groenlandia para probar la idea de que porciones de la corteza antigua sirvieron como semillas para el crecimiento posterior de los continentes.

"Descubrimos que hubo un florecimiento generalizado en la producción de corteza hace tres mil millones de años, durante un pico en las temperaturas del manto", dijo el profesor Kirkland.

"Magmas de tres mil millones de años del manto habían penetrado una corteza aún más antigua de cuatro mil millones de años para crear rocas de composición mixta. La corteza vieja pareció ser fundamental en la producción del continente, ya que actuó como una balsa salvavidas para preservar la corteza en las etapas posteriores de la historia de la tierra. El aumento en la edad de la producción de corteza en Groenlandia coincide con otras regiones del mundo y apunta a un evento generalizado significativo que formó la corteza relativamente temprano en la historia de nuestro planeta", expuso.

El profesor Kirkland dijo que comprender la producción de la corteza mejoró la comprensión de su estructura y composición.

"La corteza terrestre alberga concentraciones de menas y minerales económicamente valiosos, pero encontrarlos se está volviendo cada vez más difícil a medida que se agotan más depósitos cerca de la superficie. Comprender que la corteza posterior se 'sembra' en la corteza preexistente más antigua refina nuestra comprensión de la generación de dónde se alojan ciertos metales y, en última instancia, explica la parte habitable de nuestro planeta", añadió.

El estudio se publica en Nature Communications.