BOGOTÁ, 3 May. (EUROPA PRESS) -
Los equipos de rescate han encontrado este sábado otro cadáver en la mina ilegal de Santander de Quilichao, en el departamento de Cauca, suroeste de Colombia, que se derrumbó hace dos días, con lo que ascienden a cuatro los muertos por este accidente.
Además, RCN Radio ha adelantado que los equipos de rescate habrían localizado un quinto cadáver en el yacimiento aurífero, pero las autoridades colombianas aún no han confirmado este extremo, con lo que el balance de víctimas mortales se mantiene en cuatro.
Por su parte, el comandante de Defensa Civil de Cauca, el mayor Juan Carlos Novoa, ha indicado que ya han determinado la localización de los mineros desaparecidos. "Se ubicó un punto donde hay olor fétido, que nos indicaría que podrían estar ahí", ha dicho.
En un principio, las autoridades colombianas informaron de que había unos 30 mineros trabajando cuando la explotación ilegal se vino abajo, a las 23.00 (horas local) del miércoles, por causas que ya se están investigando.
Sin embargo, el comandante del Cuerpo de Bomberos de Santander de Quilichao, Víctor Claro Medina, ha aclarado este sábado que "el censo --según los familiares de los mineros-- habla de, por lo menos, 13 personas sepultadas", a pesar de lo cual no ha descartado que puedan ser más "porque acá llegan personas de otras regiones a trabajar".
En este contexto, el alcalde de Santander de Quilichao, Luis Eduardo Grijalba, ha declarado el estado de calamidad pública en la zona porque "permitirá al Gobierno municipal hacer los gastos necesarios para atender la emergencia".
El comandante del Batallón de Ingenieros de Atención y Prevención de Desastres Naturales del Ejército, el coronel Jesús Alberto Gómez, ha informado de que hasta el lugar se han desplazado unos 300 efectivos y 15 máquinas para localizar y rescatar a los mineros.
INTENTOS DE CIERRE
El gobernador de Cauca, Temístocles Ortega, ha exigido al Gobierno de Juan Manuel Santos que clarifique la legislación sobre minas, indicando que las autoridades regionales han intentado cerrar las explotaciones ilegales en varias ocasiones, pero sin éxito.
El primer intento se produjo el pasado 11 de diciembre en la vereda El Palmar, pero unos 800 mineros se enfrentaron a la Policía y al secretario del Gobierno municipal, Ricardo Cifuentes, quien finalmente dejó el cargo por amenazas.
Dos meses después, en la vereda de San Antonio, donde se ha producido el accidente, decenas de mineros ilegales impidieron que las fuerzas de seguridad se llevaran sus máquinas y clausuraran el yacimiento aurífero.