Actualizado 01/12/2007 14:52

Colombia.- Betancourt dice encontrarse "mal físicamente" y califica su cautiverio de "despilfarro lúgubre del tiempo"

Expresa su afecto por la senadora Piedad Córdoba y por Hugo Chávez, quienes estaban mediando por su liberación


PARIS, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

La ex candidata a la presidencia colombiana Ingrid Betancourt, secuestrada por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) desde hace cinco años, asegura encontrarse "mal físicamente" y califica su cautiverio de "despilfarro lúgubre del tiempo" en una demoledora carta escrita a su familia, como prueba de que está viva, que publica hoy su comité de apoyo.

"Es un momento muy duro para mí. Me piden pruebas de vida bruscamente y te escribo con mi alma tendida en este papel", afirma Betacourt al inicio de la misiva, explicando a su madre, a quien dirige la misiva que está "muy mal físicamente (...) tengo el apetito bloqueado y los cabellos se me caen en grandes cantidades".

"No necesito nada, porque aquí, en esta jungla, la única respuesta a todo es 'no'", explica, lamentando que pese a que hace ya tres años que ha pedido a sus captores un diccionario enciclopédico "para leer algo, aprender algo, mantener viva la curiosidad intelectual", pero hasta ahora no lo ha recibido. "Sigo esperando que al menos por compasión me den uno", añadió.

Según la franco-colombiana, "la vida aquí no es vida, es un despilfarro lúgubre del tiempo". En este sentido, explica que "sobrevive" en una hamaca cubierta por una mosquitera y una tienda encima y que su "único lujo" es una Biblia. "Todo está preparado para que me marche corriendo (...) en cada instante pueden dar orden de recoger todo" para partir, añade.

Tras la huida, "las marchas son un calvario ya que mi equipo es muy pesado y no lo soporto". Betancourt relata que desde que la secuestraron ha perdido casi todas las pocas pertenencias que tenía, "lo único que he podido guardar es la chaqueta, y es una bendición, ya que las noches son heladas y no tengo nada más para cubrirme".

En la carta explica que aunque antes le gustaba mucho el agua y nadar en los ríos en los que le dejaban bañarse, ahora está "débil" y se siente "como un gato delante el agua". Tampoco hace apenas ejercicio explica e intenta mantenerse "lo más silenciosa posible" para "evitar problemas"

Betancourt dice que es "problema" ser la única mujer entre los rehenes y lamenta que los secuestradores le hayan ido privando de todas las cosas que tenían y le importaban, como fotos de sus hijos. "Cada día, me queda menos de mí misma", lamenta.

En la carta, pide a su "mamita linda" que les diga a sus hijos que le envíen tres mensajes semanales para que le cuenten "lo que se les ocurra y necesiten escribir". "No necesito nada más pero necesito estar en contacto con ellos, es la única informa vital, trascendental, e indispensable, el resto ya no me importa", afirma.

Asimismo, explica que su familia es la que la mantiene "la cabeza fuera del agua, quien no me deja hundirme en el olvido y la desesperación". Además, reconoce que la muerte de su padre casi la hizo volverse "loca". También dedica especial atención a sus hijos, a los que anima a que estudien.

Por último, Betacourt también expresa su "afecto" a Piedad Córdoba, la senadora colombiana que ha estado mediando con las FARC para un intercambio de presos, y al presidente venezolano, Hugo Chávez, quien también estaba participando en esta mediación pero a los que el presidente colombiano, Alvaro Uribe, ha retirado este papel. "A Piedad y Chávez, todo mi afecto y mi admiración. Nuestras vidas están ahí, en su corazón, que sé que es grande y valiente", escribe.

"No podría creer que es posible liberarse un día de aquí si no conociera la historia de Francia y de su pueblo", añade. "He pedido a Dios que me dé la misma fuerza que dio a Francia para soportar la adversidad". "Amo a Francia con todo mi corazón, porque admiro la capacidad de movilización de un pueblo que sabe vivir y comprometerse", asegura.