Actualizado 04/06/2014 01:23

Colombia.- De la Calle advierte de que no se van a negociar los derechos de las víctimas sino que buscan "garantizarlos"

El jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano, Humberto de la Calle.
REUTERS

BOGOTÁ, 4 Jun. (Notimérica/EP) -

El jefe de la delegación negociadora de paz del Gobierno colombiano, Humberto De la Calle, ha advertido este martes de que no se van a negociar los derechos de las víctimas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en La Habana (Cuba), sino que buscan la forma de "garantizarlos".

Estas declaraciones llegan en el preámbulo de esta nueva reunión con los portavoces de la guerrilla, que arranca con la satisfacción de haber logrado "tres de los cinco puntos sustantivos que se establecieron en la agenda", según ha añadido De la Calle, en unas declaraciones publicadas por el diario 'El Colombiano'.

"Estamos convencidos de que estos puntos representan las transformaciones necesarias para que el conflicto jamás se repita", ha dicho el negociador del Gobierno de Juan Manuel Santos. En cualquier caso, ha insistido en que "el acuerdo final debe ser aprobado por los colombianos".

"Sin ustedes no habrá implementación de los acuerdos. Ustedes al final del proceso tendrán la última palabra: validar o no lo que hemos acordado. En las manos de ustedes y sólo de ustedes estará abrir la puerta a la fase de transición en la que serán implementados los acuerdos", ha apostillado.

DIÁLOGO DE PAZ

Desde el 8 de octubre y el 19 de noviembre de 2012 en Oslo y La Habana, respectivamente, Gobierno y FARC llevan a cabo un diálogo de paz basado en una agenda de seis puntos para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, en las que han muerto 600.000 personas.

Tras seis meses de intensas negociaciones, finalmente el pasado 26 de mayo las partes pactaron sobre desarrollo agrario y rural, el primer punto de la agenda y el más importante para la guerrilla, ya que sobre él pivota toda su lucha armada.

El segundo acuerdo del proceso de paz llegó el pasado 6 de noviembre, sobre participación política. Los puntos clave son el compromiso para crear un estatuto de la oposición, que establezca sus derechos, deberes y garantías, y una reforma electoral, que incluye circunscripciones transitorias.

A ellos se suma un tercer acuerdo alcanzado el pasado 16 de mayo sobre el problema de los cultivos de drogas ilícitas, por el cual las FARC se han comprometido a romper todos sus vínculos con el narcotráfico, una de sus principales fuentes de financiación.

Una vez sellado este último punto, las partes iniciarán las conversaciones sobre el abandono de las armas, tema al que seguirán la reparación de las víctimas y el mecanismo de refrendación del acuerdo final de paz.