MADRID, 19 Sep. (EUROPA PRESS) -
El jefe negociador del Gobierno colombiano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Humberto de la Calle, ha mostrado este jueves su preocupación por la posibilidad de que los diálogos de paz que están teniendo lugar en La Habana sean "inviables" por la "polarización" que atraviesa el país.
De la Calle ha hecho referencia al clima de opinión de Colombia ante el proceso de paz iniciado con las FARC, del que ha resaltado su importancia. "Los colombianos tenemos que esmerarnos en establecer unas reglas claras y precisas sobre cómo vamos a hacer para que los colombianos refrenden o no este acuerdo", ha afirmado.
"Ahí es donde nos debemos concentrar", ha resaltado el jefe negociador de un proceso que intenta poner fin a décadas de conflicto. "No se trata de volcar los recursos del Estado en favor del sí, tiene que haber espacio para el no, para las distintas opiniones", ha subrayado.
Pese a que De la Calle se ha mostrado cauteloso a la hora de asegurar el éxito del proceso, sí ha subrayado la existencia de una "oportunidad real" de poner fin al conflicto con las FARC "a través del diálogo", según ha informado la emisora colombiana Radio Caracol.
El jefe negociador, que ha realizado estas declaraciones desde Miami, donde se encuentra de visita, ha explicado las diferencias de estos diálogos de paz con otros realizados en el pasado, indicando que las fases y características que se dan en este proceso podrían suponer el fin del conflicto.
"En esas condiciones sí creemos que moralmente estamos obligados a examinar la posibilidad del diálogo y que lo que no sería aceptable, ni histórica ni moralmente, es que ante la presencia de esa oportunidad un Gobierno diera la espalda a la búsqueda rápida de un conflicto anticipándose a las víctimas y a los ríos de sangre que durante 50 años han azotado a los colombianos", ha afirmado.
DIÁLOGO DE PAZ
Desde el 8 de octubre y el 19 de noviembre de 2012 en Oslo y La Habana, respectivamente, Gobierno y FARC llevan a cabo un diálogo de paz basado en una agenda de seis puntos para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, en las que han muerto 600.000 personas.
Tras seis meses de intensas negociaciones, finalmente el 26 de mayo de 2013 las partes pactaron sobre desarrollo agrario y rural, el primer punto de la agenda y el más importante para la guerrilla, ya que sobre él pivota toda su lucha armada.
El segundo acuerdo del proceso de paz llegó el pasado 6 de noviembre, sobre participación política. Los puntos clave son el compromiso para crear un estatuto de la oposición, que establezca sus derechos, deberes y garantías, y una reforma electoral, que incluye circunscripciones transitorias.
A ellos se suma un tercer acuerdo alcanzado el pasado 16 de mayo sobre el problema de los cultivos de drogas ilícitas, por el cual las FARC se han comprometido a romper todos sus vínculos con el narcotráfico, una de sus principales fuentes de financiación.
Las partes iniciaron el pasado 12 de agosto las conversaciones sobre el reconocimiento y la reparación a las víctimas, tema al que seguirán el abandono de las armas y el mecanismo de refrendación del acuerdo final de paz.
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