BOGOTÁ, 21 May. (Notimérica/EP) -
El conductor del autobús en cuyo interior murieron 32 niños podría enfrentarse a una pena de hasta 60 años de cárcel --veinte más de lo previsto en un primer momento-- debido a que no tenía licencia y que el vehículo no contaba con el seguro obligatorio, ni con la revisión tecnomecánica, unos hechos que agravan la conducta penal.
De esta forma, Jaime Gutiérrez Pino debería hacer frente a la máxima pena que contempla la ley penal vigente en Colombia, según ha explicado la agencia de noticias colombiana Colprensa, que ha agregado que esto se debe a que la Fiscalía estaría imputando un "homicidio doloso" de acuerdo con las circunstancias que originaron la tragedia.
Además, el hecho de que Gutiérrez sea mecánico "agravan" todavía más su situación jurídica, "porque es una persona con conocimiento automotriz y, por lo tanto, sabía del riesgo de manipular la carburación del vehículo con la utilización de combustible". En este sentido, la Fiscalía entiende que tomando las medidas necesarias se habría evitado el incendio que dio lugar al fatal desenlace.
El conductor del autobús que se incendió el domingo está detenido y, según informa la Policía, debía multas por 405.889 pesos (unos 210 dólares) y el vehículo en el que transportaba a los menores "no estaba afiliado a ninguna empresa desde el año 2012".
El otro implicado, Manuel Salvador Ibarra, integrante de la iglesia Pentecostal y responsable de contratar los servicios del autobús, en donde se originó la tragedia, haría frente a una pena máxima de 40 años de prisión por los delitos de homicidio culposo y lesiones personales.
Según la Fiscalía, esta persona estuvo todo el tiempo junto al conductor, observó como manipulaba el vehículo con la gasolina y aun así, mantuvo los niños en el interior sin tomar ninguna precaución. Asimismo, tras producirse el accidente huyó del lugar.
EL TRÁGICO SUCESO
El accidente se produjo alrededor de las 12.00 (hora local) cuando el autobús en el que viajaban los niños desde el municipio de Fundación hasta Bosconia, en el departamento de César, se incendió a la altura de la localidad de Luna Roja.
Por ahora no hay una explicación oficial de las causas del incendio. En un primer momento, se especuló con que el autobús transportaba gasolina de contrabando, una práctica bastante común en esta zona de Colombia. No obstante, parece cobrar fuerza la hipótesis de que todo se debió a un fallo de tipo mecánico.
Según el diario 'El Tiempo', el autobús funcionaba a gas pero contaba con gasolina de apoyo, lo que le permitía circular de modo alternativo con ambos tipos de combustible. Así, se cree que el conductor intentó cambiar de gas a gasolina y fue entonces cuando se produjo el fuego.
El autobús no tenía salidas de emergencia, por lo que los menores quedaron atrapados en su interior y murieron calcinados. El conductor huyó del lugar y, pese a los intentos infructuosos de los vecinos por apagar las llamas, no se pudo hacer nada por los menores.