BOGOTÁ, 30 Abr. (Notimérica/EP) -
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han anunciado esta semana que en caso de que se alcanzara en el futuro un acuerdo de paz con el Gobierno, su brazo político, el Movimiento Bolivariano para la Nueva Colombia, está preparado para "recoger a las mayorías inconformistas" y "proseguir la lucha por la democracia, la reconciliación y la justicia social".
"El Movimiento Bolivariano, vital y listo para emprender el camino de la paz; dispuesto a que, si se alcanza la firma del acuerdo final, hacer del antifaz que lo resguarda de la guerra sucia y el terror que hasta ahora imperan en Colombia un partido político abierto y legal", ha manifestado el guerrillero Jorge Torres Victoria, alias 'Pablo Catatumbo', durante el último encuentro mantenido entre la guerrilla y el Gobierno con motivo de los diálogos de La Habana.
Creado hace 14 años en San Vicente del Caguán, escenario del último intento por alcanzar la paz entre la FARC y el Gobierno, por entonces a las órdenes de Andrés Pastrana (1998-2002), hasta ahora el brazo político de la guerrilla había trabajado por "la justicia social y la integración regional" bajo la clandestinidad.
"Si ahora emprendemos el diálogo por la reconciliación, es porque existe la fuerza clandestina y pujante de una masa dispuesta a tomar de una vez por todas la conducción de su destino, con toda la disposición de amar y perdonar, pero también con toda la determinación de luchar en procura de su libertad", ha señalado el guerrillero.
En caso de que no se alcanzara la paz después de los diálogos de La Habana, 'Pablo Catatumbo', ha explicado que el Movimiento seguiría trabajando a favor de una Asamblea Constituyente, el mecanismo que las FARC han propuesto para reformar el sistema judicial y político colombiano.
REFORMA DEL SISTEMA JUDICIAL
En ese sentido, la guerrilla ha vuelto a insistir en la necesidad de reformar el sistema judicial del país, el cual, han dicho, está "escandalosamente politizado" y ha defendido la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente como mecanismo idóneo para tal fin.
La propuesta de las FARC ha contado con las inesperadas declaraciones favorables del ministro de Justicia, Alfonso Gómez Méndez, quien aseguró hace unos días que, si la Asamblea Constituyente sirve para que toda la sociedad comprenda la magnitud de los problemas del sistema judicial, a él --dijo-- le "parece bien".
No obstante, también matizó que dicho proceso "tendría que ser liderado por el Gobierno con el concurso de las instituciones judiciales y el poder público", según ha recordado Caracol Radio.
Las palabras de Gómez Méndez han sentado bien en las FARC. "La reforma implica cambios profundos, radicales, y por ello vemos con simpatía las recientes manifestaciones del ministro de Justicia", precisó 'Fidel Rondón', uno de los negociadores de la guerrilla en La Habana.
En ese sentido, 'Fidel Rondón' ha aplaudido el "beneplácito" que ha mostrado el ministro acerca de la posibilidad de que sea la Asamblea Constituyente el lugar elegido para solucionar los problemas por los que actualmente pasa el Poder Judicial.
DIÁLOGOS DE PAZ DE LA HABANA
Las declaraciones de las FARC han tenido lugar durante la última jornada de diálogos que ambas partes han iniciado en La Habana con motivo del tratamiento del problema de las drogas ilícitas, el tercer punto de la agenda de paz, después de que se hayan alcanzado acuerdos parciales en materia de reforma agraria y participación política.
Hasta el momento no se han producido avances durante las negociaciones de los cultivos ilícitos, que se iniciaron el pasado mes de noviembre, pues --como informaron las FARC-- "es más complicado que los puntos anteriores", ya que se trata de una cuestión capital para la economía del país.
"Nos vamos a enfrentar, el Estado desde su perspectiva dirigida y amparada por políticas internacionales en las que está comprometido, y nosotros desde la perspectiva más progresista mirando el problema del consumo y la producción de hoja de coca donde están involucrados los campesinos", señalaron.
Los otros tres puntos pendientes están relacionados con el abandono de las armas, la reparación de las víctimas y el mecanismo de refrendación ante un eventual acuerdo entre las dos partes de un conflicto que lleva más de 50 años afectando a la sociedad colombiana.