BOGOTÁ, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

   Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han presentado este domingo cinco propuestas mínimas sobre el tema de los cultivos ilícitos de drogas, abogando por "la prevalencia de los Derechos Humanos en las políticas de sustitución" de los mismos.

   "En la política de sustitución de los usos ilícitos de los cultivos, prevalecerá un enfoque de Derechos Humanos sobre políticas de prohibición, persecución, estigmatización y criminalización", han dicho, pidiendo "especial atención" a las mujeres y los jóvenes.

   Además, han propuesto "el diseño y la implementación de un Programa Nacional de sustitución de los usos ilícitos de los cultivos de hoja de coca, amapola y marihuana", como un capítulo especial de la reforma agraria.

   También han solicitado "el reconocimiento y respeto a los territorios de las comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes", que incluya "la autonomía en su gestión", mediante una "protección constitucional y legal".

   "La protección constitucional y legal de dichos territorios conlleva su sustracción de proyectos de exploración y extracción minero-energética transnacional y a gran escala, la implementación de planes de desarrollo alternativo y , el cuidado y la recuperación socioambiental", han aclarado.

   Asimismo, la guerrilla ha abogado por el "buen vivir para las comunidades campesinas y los núcleos familiares que las conforman, que por razones socioeconómicas se han visto obligados a convertirse en eslabones, los más débiles, de una empresa capitalista transnacional de carácter criminal".

   "Se trata de proveer las condiciones estructurales para un trabajo con unos ingresos dignos, acompañadas de las dotaciones de infraestructura física, en vías y comunicaciones, sociales, culturales, ambientales, políticas e institucionales, requeridas para el disfrute pleno de los Derechos Humanos", ha añadido.

   Por último, ha exigido el "mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores de los cultivos de coca, amapola y marihuana, que conforman una masa laboral móvil e inestable", con una "atención especial a fin de superar la precariedad actual".

   "Para tal efecto, se considerarán medidas especiales tendientes a garantizar el acceso a la tierra, su incorporación estable en las comunidades campesinas, trabajo e ingresos dignos y, en general, garantías para el pleno disfrute de los derechos humanos integrales", ha concluido.

DIÁLOGO DE PAZ

   Desde el 8 de octubre y el 19 de noviembre de 2012 en Oslo y La   Habana, respectivamente, Gobierno y FARC llevan a cabo un diálogo de paz basado en una agenda de seis puntos para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, en las que han muerto 600.000 personas.

   Tras seis meses de intensas negociaciones, finalmente el pasado 26 de mayo las partes pactaron sobre desarrollo agrario y rural, el primer punto de la agenda y el más importante para la guerrilla, ya que sobre él pivota toda su lucha armada.

   El segundo acuerdo del proceso de paz llegó el pasado 6 de noviembre, sobre participación política. Los puntos clave son el compromiso para crear un estatuto de la oposición, que establezca sus derechos, deberes y garantías, y una reforma electoral, que incluye circunscripciones transitorias.

   El pasado lunes, las delegaciones del Gobierno y las FARC comenzaron el 20º ciclo de conversaciones con el tema de los cultivos de drogas ilícitas sobre la mesa de negociaciones.

   La reanudación del diálogo de paz se ha visto marcada por el fin de la tregua unilateral declarada por la guerrilla con motivo de las fiestas navideñas, que ha inaugurado con un atentado en Valle del Cauca que ha dejado un muerto y 50 heridos.