BOGOTÁ, 20 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Colombia ha decretado este martes tres días de "duelo nacional" por la muerte de 33 niños en un accidente de tráfico ocurrido el pasado domingo en el municipio de Fundación, en el departamento de Magdalena.
"En solidaridad con el luto de sus familias y amigos, el presidente, Juan Manuel Santos, firmó el Decreto 915 por medio del cual se decreta tres días de duelo en todo el territorio colombiano y se ordena izar el pabellón nacional a media asta", ha informado el Ministerio de Interior en un comunicado.
Las autoridades colombianas han indicado que "esto no es una tragedia únicamente de las familias de los niños y niñas que perecieron en el siniestro, sino un hecho doloroso que ha conmovido a toda la ciudadanía y que ha puesto de luto a Colombia entera".
El ministro de Interior, Aurelio Iragorri Valencia, ha asegurado que "las entidades competentes están comprometidas con el esclarecimiento de los hechos y las investigaciones pertinentes para establecer las causas de este desafortunado suceso".
Además, ha informado de que, a través del Ministerio de Salud, "el Gobierno garantiza el apoyo económico a los niños heridos, para cubrir los gastos de traslados y su atención integral".
Asimismo, "responderá por los costos funerarios y de indemnización a las familias de los menores que murieron en esta tragedia, que hoy embarga de tristeza a Colombia y que nos ha dejado sin 33 grandes esperanzas".
EL TRÁGICO SUCESO
El accidente se produjo alrededor de las 12.00 (hora local) cuando el autobús en el que viajaban los niños desde Fundación hasta Bosconia, en el departamento de César, se incendió a la altura de la localidad de Luna Roja.
Por ahora no hay una explicación oficial de las causas del incendio. En un primer momento, se especuló con que el autobús transportaba gasolina de contrabando, una práctica bastante común en esta zona de Colombia. No obstante, parece cobrar fuerza la hipótesis de que todo se debió a un fallo de tipo mecánico.
Según el diario 'El Tiempo', el autobús funcionaba a gas pero contaba con gasolina de apoyo, lo que le permitía circular de modo alternativo con ambos tipos de combustible. Así, se cree que el conductor intentó cambiar de gas a gasolina y fue entonces cuando se produjo el fuego.
El autobús no tenía salidas de emergencia, por lo que los menores quedaron atrapados en su interior y murieron calcinados. El conductor huyó del lugar y, pese a los intentos infructuosos de los vecinos por apagar las llamas, no se pudo hacer nada por los menores.