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BOGOTÁ, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El candidato de la Alianza Verde a las elecciones presidenciales que se celebrarán el próximo 25 de mayo en Colombia, Enrique Peñalosa, ha asegurado este martes que daría la orden de abatir al jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, alias 'Timochenko', pese al proceso de paz.
"Por supuesto que lo haría", ha contestado, interrogado en una entrevista concedida a Caracol Radio sobre las recientes declaraciones del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien dijo que "se lo pensaría dos veces" para salvaguardar el proceso de paz.
Peñalosa ha explicado que, aunque apoya las conversaciones entre el Ejecutivo y la guerrilla, "esto no puede implicar un debilitamiento de las Fuerzas Armadas, pues deben estar actuando como si no hubiera negociaciones en Cuba".
El aspirante ecologista ya expresó a principios de este mes su apoyo al proceso de paz, aunque aclarando que ello no significa que tenga "ninguna simpatía" por las FARC. "Es una política de Estado, que no se debe cambiar de Gobierno en Gobierno", argumentó.
DIÁLOGO DE PAZ
Desde el 8 de octubre y el 19 de noviembre de 2012 en Oslo y La Habana, respectivamente, Gobierno y FARC llevan a cabo un diálogo de paz basado en una agenda de seis puntos para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, en las que han muerto 600.000 personas.
Tras seis meses de intensas negociaciones, finalmente el pasado 26 de mayo las partes pactaron sobre desarrollo agrario y rural, el primer punto de la agenda y el más importante para la guerrilla, ya que sobre él pivota toda su lucha armada.
El segundo acuerdo del proceso de paz llegó el pasado 6 de noviembre, sobre participación política. Los puntos clave son el compromiso para crear un estatuto de la oposición, que establezca sus derechos, deberes y garantías, y una reforma electoral, que incluye circunscripciones transitorias.
Ahora que hablan sobre la solución al problema de las drogas ilícitas, las FARC han invitado a Estados Unidos a que se una al diálogo de paz, al considerar que este punto es de su incumbencia, como principal aliado de Colombia en la lucha contra el narcotráfico.
Una vez consigan llegar a un acuerdo sobre el problema de las drogas ilícitas, las partes iniciarán las conversaciones sobre el abandono de las armas, tema al que seguirán la reparación de las víctimas y el mecanismo de refrendación del acuerdo final de paz.