BOGOTÁ, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha reconocido este martes que "no se está negociando la paz con unos angelitos", sino "con los enemigos", en relación a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero ha dicho sentirse "más optimista" que hace un año y que mantiene su sueño de "poder decir a los colombianos que se terminó el conflicto".
El mandatario ha negado que la seguridad haya descendido en el país y añade que está luchando "para que en Colombia se pueda vivir en paz". En cualquier caso, ha insistido en que el camino de las negociaciones "ha sido un camino difícil, lleno de enemigos y con obstáculos malévolos".
En un acto que ha tenido lugar en el municipio de Villa del Rosario, en Norte de Santander, Santos ha asegurado que su Gobierno ha sido el que más duro ha golpeado a las FARC, con el mayor número de detenciones, y ha añadido que "Colombia va por el camino correcto".
"Es un camino difícil, pero todo es parte de las reglas de juego. Yo no quiero que el conflicto se prolongue, yo quiero terminarlo lo más pronto posible", ha concluido el jefe de Estado, en unas declaraciones recogidas por la emisora Caracol Radio.
NUEVO CICLO DE CONVERSACIONES
El nuevo capítulo de los diálogos de paz de La Habana entre las FARC y el Gobierno de Colombia se inician esta semana después del receso por las festividades de la Navidad, con el tema de las drogas ilícitas sobre la mesa de negociación.
Desde el 8 de octubre y el 19 de noviembre de 2012 en Oslo y La Habana, respectivamente, Gobierno y FARC llevan a cabo un diálogo de paz basado en una agenda de seis puntos para poner fin a más de cinco décadas de conflicto armado, en las que han muerto 600.000 personas.
Tras seis meses de intensas negociaciones, finalmente el pasado 26 de mayo las partes pactaron sobre desarrollo agrario y rural, el primer punto de la agenda y el más importante para la guerrilla, ya que sobre él pivota toda su lucha armada.
El segundo acuerdo del proceso de paz llegó el pasado 6 de noviembre, sobre participación política. Los puntos clave son el compromiso para crear un estatuto de la oposición, que establezca sus derechos, deberes y garantías, y una reforma electoral, que incluye circunscripciones transitorias.