El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos
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BOGOTÁ, 22 Mar. (Notimérica/EP) -

   El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha equiparado la supuesta compra de parlamentarios, conocida popularmente como "mermelada", con "las inversiones de un Gobierno", lo que ha desatado la polémica.

   "La mermelada no es nada diferente a las inversiones que hace un Gobierno en las regiones. Ahora la critican, pero eso sucede desde hace mucho tiempo en todas partes del mundo", ha dicho en un encuentro organizado por Caracol Radio.

   Santos ha considerado que los legisladores "tienen derecho a sugerir inversiones en sus regiones". "¿Qué hace un congresista cuando llega a su lugar y le preguntan qué trajo? Tiene todo el derecho a pedirle al Gobierno", ha sostenido.

   Si bien, el inquilino de la Casa de Nariño ha subrayado que "lo que no se puede permitir es que (los diputados) se roben la plata", rechazando así las denuncias por corrupción lanzadas recientemente por la oposición.

   El término "mermelada" se introdujo en la política colombiana durante el trámite legislativo de la reforma de la Ley de Regalías, que permite entregar recursos públicos a todos los departamentos del país, no solo a los productores.

   Sin embargo, ha adquirido una connotación peyorativa, ya que se ha asociado a las supuestas gestiones realizadas por el gobernante Partido de la Unidad para conseguir el apoyo de algunos diputados opositores a la reelección de Santos a cambio de recursos públicos.

   Por ello, las palabras de Santos han suscitado las críticas de gran parte de la oposición. "El presidente patrocina y justifica la mermelada de corrupción para compra de votos", ha lamentado su antecesor en el cargo, Álvaro Uribe.

DENUNCIA EN EL CONGRESO

   El pasado mes de diciembre, el partido político de Uribe, Centro Democrático, presentó una denuncia contra Santos en la Cámara de Diputados por favorecer a determinados legisladores en la asignación de contratos públicos.

   Uribe acusó a Santos de "entregar 1.968 cargos y 597 contratos de prestación de servicios públicos a 164 congresistas", así como "auxilios parlamentarios, a los que llaman 'cupos indicativos', por un valor aproximado de 2,5 billones de pesos colombianos.

   El ex jefe de Estado explicó que los 'cupos indicativos' "serían un trueque de aporte entre el Gobierno y los diputados que no obedece a criterios de planeación ni de selección de prioridades". "Algunos diputados lo manejan honorablemente y otro roban", sostuvo.

   De esta forma --señaló-- "se ha llegado al extremo de que un diputado vende a otro este 'cupo indicativo', apurando las contrataciones, que sería de donde estaría saliendo el presupuesto para las elecciones presidenciales del 2014".

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