Actualizado 27/02/2008 18:29

España.- Piden 12 años para un ciudadano colombiano como destinatario de casi dos kilos de cocaína


CIUDAD REAL, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El fiscal solicitó hoy un total de doce años de prisión y una multa de 90.000 euros para un ciudadano colombiano residente en Valdepeñas (Ciudad Real), acusado de un delito contra la salud pública, como destinatario de dos paquetes con un total de casi dos kilos de cocaína.

Por su parte, el abogado de la defensa pidió la libre absolución del hombre, Hugo Fernando Cortés Hurtado, sin antecedentes penales, o, como alternativa, 4,5 años de prisión por un delito contra la salud pública en grado de tentativa, ya que, dijo, no hay pruebas que le incriminen directamente.

En sus conclusiones finales, el fiscal, ante el que el acusado se negó a declarar, consideró que hay indicios suficientes de que contactó con terceros en Colombia y Brasil, de donde vinieron los paquetes, y que, aquí, se inventó el nombre de una mujer, Jennifer Díaz Gallego, a quien iban dirigidos los paquetes domiciliados en la casa del acusado.

A preguntas de su defensa, Hugo Fernando, relató que está mujer, que supuestamente trabajaba un club de alterne de la zona y a la que conocía de poco, le había pedido un favor para recibir una documentación para un nuevo trabajo y que no quería que llegara al club donde ejercía.

Durante el juicio, que quedó visto para sentencia en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Ciudad Real, los investigadores de la Guardia Civil confirmaron que, con este nombre, sólo había una mujer en Valdepeñas, una joven de 18 años que no tenía nada que ver con el caso.

La investigación se puso en marcha en Madrid, a través del servicio de aduanas del Aeropuerto de Barajas y el hombre fue detenido por policías disfrazados de empleados en la sucursal de una empresa de transporte por la que llegó el segundo paquete y con la que había contactado telefónicamente para poder recogerlo aunque no venía a su nombre.

El primer paquete, que llegó a través de Correos, no pudo recogerlo el acusado, ya que la empleada que le atendió se negó a dárselo, dado que no iba a su nombre ni tenía autorización de la persona a la que iba dirigido para recogerlo, tal como declaró en la vista oral.