Solis, candidato PAC y nuevo presidente de Costa Rica
Foto: JUAN CARLOS ULATE / REUTERS

MADRID, 8 Abr. (Notimérica/EP) -

   El presidente electo de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, visitará a los presidentes de Centroamérica para invitarlos personalmente al traspaso de poderes del próximo 8 de mayo, excepto en el caso del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, cuya invitación será enviada por la vía diplomática.

   El propio Solís ya advirtió durante su campaña de que no se reuniría con Ortega hasta que se den por superadas las diferencias limítrofes que tienen a ambos países en  procesos judiciales en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya (Países Bajos).

   Costa Rica presentó a finales de febrero una nueva demanda contra Nicaragua ante la CIJ por una subasta de bloques petroleros realizada en 2012 en territorio costarricense y por lo que ya hay una queja ante Naciones Unidas.

   Los hechos denunciados se remontan a julio del año pasado, cuando el canciller costarricense, Enrique Castillo, informó al país de que, desde el 2012, Nicaragua había ofrecido la concesión de 18 bloques en el Pacífico y 55 en el Caribe a empresas interesadas en la exploración petrolera. En ese mismo momento, advirtió de que aplicaría los instrumentos legales "que fueran necesarios" para defender su mar territorial.

   Este caso se suma a la demanda que el Gobierno de Laura Chinchilla presentó en el 2010 contra Nicaragua por un conflicto bilateral en torno a isla Calero. Este conflicto comenzó a raíz de los trabajos de dragado en el río San Juan efectuados por Nicaragua, y su incursión en territorio costarricense en la isla Calero.

   Estos son los motivos que han llevado a Solis --recientemente elegido como nuevo presidente de Costa Rica, con un 77,9 por ciento de los votos-- a evitar reunirse con Ortega, que será invitado al acto de investidura del nuevo mandatario costarricense por medio del ministros de Relaciones Exteriores.

RESOLUCIÓN DE LA CIJ SOBRE ISLA CALERO

   Finalmente, el pasado mes de noviembre el alto tribunal aceptó las medidas cautelares solicitadas por Costa Rica en torno a isla Calero, ordenando a Nicaragua que detenga el dragado del río San Juan y repare los daños causados y retire a las fuerzas de seguridad.

   En 2010, San José llevó a Managua ante la CIJ para denunciar la incursión de militares nicaragüenses en la isla Calero, cuya soberanía reclaman ambos países, y los daños causados al medio ambiente por el dragado del río San Juan para acortar la distancia al mar Caribe.

   Nicaragua, por su parte, ha reivindicado la presencia militar en isla Calero al considerar que es parte de su territorio y ha negado la construcción de los dos canales, indicando que podrían ser obra de las fuertes lluvias caídas en los últimos años.

   En definitiva, ahora ambos casos están pendientes de resolución, aunque se hayan emitido medidas cautelares a favor de Costa Rica en el primer asunto y rechazado peticiones de medidas a Nicaragua por la construcción de la vía terrestre en suelo nacional.

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